SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un día festivo cualquiera resultó ser este jueves 21 de septiembre para los moradores de las zonas vulnerables del Distrito Nacional, a pesar de las advertencias de las autoridades sobre el paso del huracán María por el país.

“Aquí está todo normal, no ha subido el río y no ha presentado ningún peligro para nosotros”, agregó Carmen Elena, residente de la Zurza desde su nacimiento.

Los vecinos de Carmen Elena se divierten en las calles mientras juegan dominó y comparten unas cervezas bajo la llovizna que deja María por su paso en el Océano Atlántico.

Los niños, niñas y adolescentes celebran la posposición de la docencia tras el paso del huracán que al momento de cruzar por la República Dominicana, presentaba categoría 3.

Manifiestan que permanecen en sus hogares porque la situación de mayor peligro se corre en las provincias del Este y el Norte del país.

Asimismo, los residentes del sector La Ciénaga también alegaron sentirse tranquilos porque el huracán María no causó estragos en Santo Domingo, tras el paso por el país.

“Estamos bien, solo está cayendo un poco de agua. Nada grave”, alegó Carminio, residente de La Ciénaga.

Carminio, al igual que otros, expresa que el río Isabela podría aumentar su caudal con el paso de las horas y la caída de las lluvias en el transcurso de este jueves y viernes.

Ante, los pescadores aprovecharon para buscar la venta debido a que los animales del agua dulce buscan su espacio tras la subida del río.

“Es el mejor momento para pescar. Mire, mire que grandes los que tenemos para la venta de hoy”, señala Canelo.

Los refugiados

En ambos sectores fueron implementados refugios en escuelas, iglesias y funerarias, albergando a varias familias. En su mayoría mujeres, niños, niñas y adolescentes.

“57 personas. 17 familias compuestas por 18 mujeres, 9 hombres y 26 niños”, informó la señora Dilcia Severino, encargada del refugio de La Zurza habilitado en la funeraria del sector.

Allí, recostados en colchones, los refugiados manifestaron que habían llegado en horas de la noche del miércoles debido a que sus casas corrían peligro ante el posible incremento de las aguas del rio.

Juan Alberto Rodríguez de 23 años, dijo reside a orillas del rio con sus padres. Allí nació y argumenta que la vida en dicha zona es posible de compararse con una montaña rusa.

“Es difícil vivir allí, pero no conocemos otra cosa. Mi casa queda a orillas del río y siempre tenemos que salir cada vez que viene un fenómeno natural como María”, agrega Juan Alberto.

A su lado, Maicol cuenta que lleva 12 años residiendo con su prima. “Ya he vivido varios ciclones y realmente hemos tenido que salir, dejando todo a la deriva; aunque algunas veces lo llevamos a casa de otros familiares”.

Mientras en la Zurza, las autoridades del Ministerio de Salud Publica aprovechaban para llevar a cabo minis jornadas preventivas de salud, vacunando a los menores que no han concluido con sus vacunas.