Naciones Unidas, 16 ago (EFE/Mario Villar).- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su oposición a las opciones militares en Corea del Norte y Venezuela puestas sobre la mesa por el presidente estadounidense, Donald Trump.
De regreso en Nueva York tras unos días de descanso, Guterres insistió en que la salida a la crisis venezolana sólo puede ser política y reiteró sus llamamientos al Gobierno y a la oposición para que vuelvan al diálogo.
"América Latina ha logrado librarse tanto de la intervención extranjera como del autoritarismo. Y esa es una lección que es muy importante salvaguardar, concretamente en Venezuela", dijo el diplomático portugués.
El jefe de la ONU respondió así al ser preguntado tanto por la represión de las manifestaciones por parte del Gobierno como por la "opción militar" con la que Trump ha advertido a Venezuela.
El presidente estadounidense aseguró la semana pasada que su país tiene "muchas opciones" ante la crisis venezolana, "incluida una posible opción militar si es necesario".
Ante esa amenaza, el Gobierno de Nicolás Maduro ha acusado a Washington de buscar "arrastrar a América Latina a un conflicto" y ha pedido apoyo internacional.
"Venezuela necesita una solución política basada en el diálogo y el compromiso entre el Gobierno y la oposición", subrayó hoy Guterres, que hasta ahora ha evitado criticar abiertamente tanto al Ejecutivo de Maduro como a sus adversarios.
El secretario general abordó también la crisis de Corea del Norte y avisó que las consecuencias de una posible acción militar son "demasiado horribles como para siquiera contemplarlas".
Guterres llamó a recordar el "enorme sufrimiento" que causó la Guerra de Corea, que dejó más de tres millones de muertos, y pidió "prestar atención a las lecciones de la historia para no repetir los errores".
El diplomático se mostró crítico con la escalada verbal que han protagonizado en las últimas semanas Trump y el régimen de Kim Jong-un, que a su juicio ha elevado la tensión en la península coreana a un nivel "no visto desde hace décadas".
"A medida que las tensiones aumentan, también lo hace el riesgo de malentendidos, errores de cálculo y de escalada", avisó.
Guterres consideró que es momento de dar una "oportunidad" a la diplomacia y el "diálogo" y se ofreció para mediar en el conflicto.
La sombra de Trump sobrevoló en todo momento la conferencia de prensa del jefe de la ONU, no sólo por los movimientos del mandatario en el ámbito internacional, sino también por la polémica que se vive en EE.UU. tras las protestas de la extrema derecha en Charlottesville (Virginia).
En una crítica velada, pero a la vez bastante clara, Guterres consideró "esencial" condenar el racismo, la xenofobia, el antisemitismo y la islamofobia.
"Es absolutamente esencial que todos nos levantemos ante ellos en todas partes y en todo momento", dijo, reiterando una idea que ya había publicado un día antes en Twitter.
Su mensaje había llegado poco después de que Trump insistiera en culpar de la violencia tanto a los neonazis y supremacistas blancos como a los manifestantes que les hicieron frente.
Y aunque subrayó que él no comenta nunca sobre declaraciones de los presidentes, apostilló: "Yo afirmo principios. Y los principios que afirmo son muy claros. El racismo, la xenofobia, el antisemitismo o la islamofobia están, como dije ayer, envenenando nuestras sociedades".
Guterres dijo que, como europeo, está orgulloso de la tolerancia, respeto y diversidad promovidos por la Ilustración y dijo que es "fundamental condenar todas las formas de irracionalidad que minan esos valores".
"Ya sea en Estados Unidos o en cualquier lugar del mundo. Lamentablemente, estos demonios están apareciendo un poco en todas partes", añadió. EFE