El jurista Cristóbal Rodríguez, experto en derecho constitucional, atribuyó los problemas como la delincuencia y la violencia que afectan la República Dominicana, a la inequidad social, la inercia y complicidad de las autoridades.
Al tratar el tema en un conversatorio con periodistas y trabajadores de la prensa, en Santiago de los Caballeros, Cristóbal Rodríguez dijo que como primer enfoque y causante de estos aspectos, está la inequidad, razón que se traduce, según el conferencista, en la falta de oportunidad que tienen los más jóvenes para desarrollarse y tener una plaza de empleo en la cual puedan tener un sustento y aprovechar su tiempo.
El profesional del derecho expresó que esta situación provoca deserción escolar a temprana edad, entre otras variantes sociales negativas, que resultan en la adición de adolescentes a pandillas.
Rodríguez afirmó que a pesar del crecimiento económico sostenido que aseguran las autoridades tiene el país, no hay una distribución equitativa de las riquezas que se generan con este crecimiento.
En el conversatorio, el experto en asuntos jurídicos aseguró que a los embates negativos de la inequidad que se genera, se unen los efectos de la inercia del Estado, para trabajar un plan que pueda sumar resultados positivos ante los daños de la delincuencia y la violencia.
Otro aspecto que señaló Cristóbal Rodríguez es la complicidad de las autoridades, llamadas a trabajar para hacer que la población se sienta segura. Agregó que los ejemplos de militares, policías y miembros de otras instituciones de la Seguridad Nacional, involucrados en actos de infracción a las leyes, es una situación que hace que la colectividad pierda la fe en quien tiene que cuidar su integridad.
“La inequidad genera violencia porque excluye a la gente de una buena salud, educación, seguridad social, del disfrute del ocio y el entretenimiento sano. Cuando la gente no encuentra respuesta, busca respuesta y eso se llama violencia”, afirmó Cristóbal Rodríguez.
Asimismo, dijo que el problema de la inseguridad en la República Dominicana no se puede enfrentar como un operativo de limpieza de basura, el cual, a su consideración, se implementa cuando ya la gente no puede respirar.
“El Plan Nacional de Seguridad Democrática fracasó y lo penoso es que no hay propósito de políticas públicas basadas en un diagnostico con propósitos definidos”, comentó.
Rodríguez no obvia que en la solución de los problemas de la violencia y la delincuencia que generan la inseguridad en el país, debe haber una participación activa de todos los sectores de la sociedad. No obstante, indicó que siempre será necesario el paso delantero del Estado como ente responsable de la aplicación de políticas públicas, para las garantías constitucionales, sean un hecho.