SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El psiquiatra José Miguel Gómez aseguró que debido al auge de los hechos delictivos y la falta de seguridad que se vive en el país, los dominicanos viven con miedo y en un estado de paranoia social.

El especialista en salud mental dijo que esa situación se ha agudizado debido a los últimos hechos delictivos que se han producido en plazas comerciales que han traído como consecuencias por lo menos una persona muerta y varios heridos.

Recordó que esos grandes centros siempre han significado un espacio de seguridad para la gente ir en familia para pasear, hacer sus comprar, comer y divertirse sin ningún tipo de temor.

Advirtió que las autoridades no pueden atribuir a cuestiones de percepción el miedo que siente la gente de salir de su casa por temor a ser víctima de una acción de la delincuencia y el crimen organizado.

“Uno que vive en la consulta y que habla todos los días con pacientes, les dicen a uno, me asaltaron en un salón de belleza, en un restaurant comiendo, camino a la playa, a los hijos cuando salían de la universidad, esas son cosas que uno va escuchando en el día a día”, dijo el profesional de la salud mental.

Agregó que lo de Plaza Lama, junto con lo de Bella Vista Mall, la Sirena en Villa Mella, y otros centros comerciales, demuestra que ya no hay un lugar o un área donde el ciudadano se sienta protegido.

Explicó que todo eso demuestra que las políticas públicas en materia de seguridad han fracasado y eso se debe a que en la República Dominicana se actúa en base a las consecuencias y no a las causas.

“La gente está en pánico, la gente se siente insegura, la gente tiene miedo, la gente tiene una paranoia social, fíjate que ya la gente está diciendo no vaya a tal plaza, no vaya a tal lugar, después de las diez de la noche no salga a las calles, compra tu comida y no vaya a un restaurant, cómetela en tu casa, la ciudadanía está cambiando la forma de su comportamiento de una vida normal”, advirtió.

Sostuvo que lo más preocupante aún es que los últimos hechos ocurridos en plazas comerciales han sido llevado a los hogares por los medios de comunicación y las redes sociales, y eso lo han visto los niños que lo comparten con sus amigos del colegio con toda la secuela que eso implica.