Cortesía de The New York Times.
Traducción de Iván Pérez Carrión.
WASHINGTON, Estados Unidos.- En 1997, cuando el primer embajador gay de Estados Unidos, James Hormel, fue nominado, muchos senadores se opusieron a él por su sexualidad, en momentos en que una persona podía ser despedida del servicio exterior por ser abiertamente homosexual.
Sin embargo, menos de 20 años después, seis embajadores estadounidenses homosexuales se reunieron para celebrar el progreso en materia de derechos del colectivo LGTB, pero también para subrayar el trabajo que queda por delante.
Los emisarios estadounidenses discutieron hasta qué punto el servicio exterior, la nación y el mundo han llegado en el tema de la igualdad, a la vez que compartieron sus experiencias en todo el mundo en el que son representantes no sólo de Estados Unidos, de la comunidad homosexual.
Entre ellos estuvo el embajador de República Dominicana James Brewster, quien se mostró conmovido hasta las lágrimas al momento de compartir cómo algunos grupos religiosos lo habían atacado a él y a su compañero verbalmente.
Relató que cuando el presidente Barack Obama nominó a Brewster en 2013, el cardenal católico romano la República Dominicana, Nicolás de Jesús López Rodríguez se refirió a él usando un insulto contra los homosexuales.
“Los dos tenemos un creencia cristiana muy fuerte, y por eso nadie nunca va a ser capaz de decirme que Dios no me quiere”, dijo Brewster, con un nudo en la garganta. Pero, dijo, incluso frente tal oposición, muchas personas en el país caribeño le dicen que el hecho de que él esté allí les da esperanza.
Junto a Brewster, en el escenario integrando un panel de debate en el Newseum – auspiciado por la Campaña de Derechos Humanos, la Fundación Harvey Milk y GLIFAA, una organización para empleados extranjeros de servicios LGBT –, estuvieron el embajador de Australia John Berry, en Dinamarca Rufus Gifford, ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Daniel Baer; el embajador en España James Costos, y en Vietnam, Ted Osio.
Cada uno tuvo su turno para compartir sus puntos de vista, como el embajador en Dinamarca Rufus Gifford están en un lugar mucho más tolerante, pero hicieron hincapié en que para él sigue siendo importante ser un rostro público de la igualdad.
“Esto es a lo que se reduce: una de las cosas de las que no se habla lo suficiente es que cuando eres un embajador de Estados Unidos, lo que eres como persona tiene importancia, todo lo que dices importa y tu historia como persona tiene importancia” dijo Gifford. “Ser capaz de hablar sobre lo que somos y dar una versión un poco más matizada de lo que es ser estadounidense (…) ha sido notable lo bien que se ha recibido”.
Pero con todo los avances, también reconocieron cómo en lugares como Rusia y en muchos países africanos los derechos de los LGBT están en “retroceso”, dijo Daniel Baer, embajador de EE.UU. ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). No obstante, Baer elogió grandes éxitos, como que las Naciones Unidas echará atrás la oposición rusa a dar beneficios a todos los cónyuges de los funcionarios homosexuales de la ONU el martes.
En la reunión también estaba el nuevo enviado LGBT del Departamento de Estado, Randy Berry, funcionario del servicio exterior que comenzará oficialmente en su trabajo el 13 de abril, siendo la primera la persona encargada clave en temas homosexuales de todo el mundo.
“Es algo enorme (…) aunque sólo oírte decir eso me pone un poco nervioso”, dijo Berry sobre su cargo. "Creo que probablemente estoy más nervioso con este trabajo que con cualquier otro que haya hecho porque creo que los riesgos son muy, muy altos. Creo que es necesario de inmediato en algunos lugares (…) pero también me siento muy confiado en que tendré progresos tangibles”.