El Juzgado de Atención Permanente impuso tres meses de prisión preventiva, como medida de coerción, contra un pastor evangélico que abusó sexualmente de una menor de 12 años de edad de un centro educativo de la comunidad de Villa Hermosa.
La medida cautelar fue dictada en contra del pastor Maximiliano Mota, por supuestamente haber incurrido en los delitos de seducción, acoso y abuso sexual en perjuicio de la niña.
De acuerdo a lo expresado por la fiscal Magdalena Polanco, quien actuó en representación del Ministerio Público, el nombrado Maximiliano Mota, que fungía como director del colegio Mahanaim y como pastor de la iglesia Asamblea de Dios Tabernáculo de Gracia, presuntamente acosaba a la menor de edad y la obligaba a sostener relaciones sexuales cada vez que ésta se presentaba a la dirección del centro de escolar.
Según expresa el expediente, el imputado abusó de la menor en varias ocasiones, bajo la amenaza de que le quitaría la vida a su hermana mayor o algún otro familiar, si le contaba la situación; sin embargo, la niña reveló el hecho ante varios parientes, procediendo los mismos a someter a Mota a la acción de la justicia.
En el transcurso de las investigaciones, durante un interrogatorio hecho a la víctima por un especialista, la menor reveló los abusos que presuntamente de manera regular cometía en su contra el señalado agresor.
Ante las pruebas aportadas por el Ministerio Público, el juez Abraham Nicolás Severino Zaldívar, a cargo de la referida Oficina de Servicios de Atención Permanente, dictó la medida cautelar, que deberá ser cumplida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Cucama, de La Romana, por la presunta violación de los artículos 330 y 331 del Código Penal Dominicano, que sancionan y tipifican las agresiones de índole sexual.
La prevención adoptada por el Juez, fue saludada por la procuradora fiscal titular de este distrito judicial, Reina Yaniris Rodríguez Cedeño, quien manifestó que procuran que sean sancionados de manera drástica todos aquellos que incurran en delitos y agresiones perpetrados contra menores de edad.
Calificó como inconcebible el hecho de que personas abusen de la confianza que depositan los padres en ellos, enviando sus hijos a centros educativos manejados por personas que en lugar de velar por el bienestar de los niños puestos a su cargo, se convierten en agresores.
Hizo un llamado a todas aquellas personas que de un modo u otro han sido perjudicadas por esa situación a apersonarse a las oficinas del Ministerio Público, en donde dijo que apegado al respeto a su dignidad y confidencialidad, se harán los trámites legales correspondientes para que los responsables respondan a la justicia por sus hechos.