SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las enfermeras del Hospital Materno-Infantil San Lorenzo de Los Mina, reconstruido recientemente a un costo de más de RD$392 millones, 912 mil 149 pesos, protestaron este martes en demanda de que Salud Pública resuelva irregularidades ‘‘inexcusables’’ que afectan el funcionamiento del centro.
Falta de enfermeras y de agua durante la noche, filtraciones en la nueva edificación, mala alimentación a los pacientes y aparición de insectos hablan de la violación del derecho a la salud que tienen los ciudadanos dominicanos, advirtieron las gremialistas asistenciales.
‘‘Somos pocas enfermeras. Una sola tiene que atender hasta a 35 pacientes, más los bebés de esas parturientas. Pero tampoco hay agua en las noches, apagan las bombas, se cierran las llaves de paso’’, comentó Valentina Enríquez, una de las enfermeras que se queja de la situación del centro hospitalario a cargo del doctor Víctor Calderón.
Consideran ‘‘irracional’’ que en las noches una maternidad moderna, como la califican las autoridades del Gobierno, tenga agua acumulada en tanques. Detalló que los médicos y enfermeras se lavan las manos con sueros y limpian las áreas con esa agua almacenada.
‘‘Yo particularmente hablé varias veces con el director tres veces, le dije: Doctor, así no podemos seguir porque la mayoría de los partos se realizan en la noche. Las mujeres vienen 2:00, 3:00 y 4:00 de la mañana y no hay agua’’, explicó Enríquez.
Según las enfermeras el director Calderón ha hecho caso omiso a la situación. ‘‘Dijo que iba a resolver el problema, que iba a instalar unos tinacos, pero no lo ha hecho. De eso hace un mes’’.
ACENTO.COM.DO pudo constatar que en la entrada principal de la maternidad más importante de la provincia Santo Domingo –como la califican los médicos–, había dos filtraciones en el techo, a dos meses de su inauguración por el presidente Danilo Medina.
Alimentación ‘‘es pésima’’
Las trabajadoras de la salud de esa Maternidad, con el respaldo de la Asociación Nacional de Enfermería (ASONAEN) se refirieron a que la crisis de la salud influye en la insalubre alimentación de los pacientes que ofrece el centro.
‘‘La alimentación es pésima, ya que nos dan comida del Comedor Económico. Aquí han llegado comida con gusanos, la carne podrida.
‘‘A las pacientes les dan un vasito de avena con un pan vacío. A las doce se le da un vasito de sopa con una pata o un cocote de pollo’’, continúa la representante de las trabajadoras asistenciales del hospital durante la paralización que duró cuatro horas, de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía.
Durante la concentración, las autoridades interinas del centro cerraron la puerta, para que una parte de las enfermeras no pudiera salir a protestar, de acuerdo a la versión de Asonaen.
‘‘¿Dónde están todos esos millones que le dieron a la OISOE para reconstruir este hospital?’’, se preguntaban las enfermeras desde su análisis cercano de la ‘‘nueva’’ estructura.
Agustina Recio comentó que los baños carecen de ‘‘buenos sistemas de drenaje’’, la falta de camas –ubican dos pacientes por cama, según dijo– y pisos agrietados.
‘‘Antes de la inauguración nos prometieron que todo esto se iba a arreglar, pero las cosas van de mal en peor. Mira el tiempo que ha pasado y nada se ha arreglado. Si ustedes van por el área de ginecología y obstetricia, hay un mal olor terrible que llega desde el desagüe, dicen las señoras de limpieza’’, concluyó Recio.