París, Francia.- Los transportes públicos, y muy en particular los trenes, volverán a estar colapsados este viernes en Francia, en la segunda jornada de paro consecutiva contra la reforma de las pensiones del presidente, Emmanuel Macron.
Su primer ministro, Édouard Philippe, indicó que "el impacto para el tráfico será comparable" al de este jueves, en el que la huelga tuvo "mucho seguimiento" en la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), en la entidad del transporte metropolitano de París (RATP) y en el transporte urbano de otras ciudades.
La SNCF precisó en un comunicado que sólo circularán de media el 10 % de los trenes de alta velocidad (TGV), un porcentaje todavía menor de los otros trenes de largo recorrido, un 15 % de los de cercanías en París y un 30 % de los regionales, pero en su mayoría sustituidos por autobuses.
En cuanto a los trayectos internacionales, seguirán completamente suspendidos los trenes con España, Italia y Alemania; con Suiza sólo circulará un París-Basilea de ida y vuelta, con Londres están programados la mitad de los Eurostar y con Bélgica y Holanda dos tercios de los Thalys.
Ante el paro de una parte de los controladores, la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) anunció en un comunicado que ha vuelto a pedir a las compañías aéreas que reduzcan en un 20 % sus programas de vuelos con origen o destino en los aeropuertos de París, Lyon, Marsella, Toulouse y Burdeos.
La cifra de vuelos finalmente cancelados en realidad rondará el 30 %, como reconoció el secretario de Estado de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, en parte porque también se han sumado al paro empleados de algunas aerolíneas.
Air France, según explicó a Efe un portavoz, garantizará de nuevo la totalidad de sus vuelos de larga distancia, pero tendrá que suprimir más del 30 % de los domésticos en Francia y cerca del 10 % de los de media distancia, a otros destinos en Europa y en la cuenca mediterránea. EFE