PEKÍN, China.- El periodo de incubación del coronavirus puede llegar a ser de hasta 24 días, y no 14 como se pensaba previamente, según un estudio realizado por 37 investigadores de hospitales y escuelas médicas chinas, entre ellos el reputado epidemiólogo Zhong Nanshan.

El portal de noticias privado Caixin informó hoy de las conclusiones del último borrador de la investigación, en las que se muestra que la fiebre -hasta ahora considerada uno de los primeros síntomas- se manifestó en un 43,8 % de los pacientes en el momento de su primera visita al médico, aunque se terminó desarrollando en el 87,9 % tras su ingreso hospitalario.

"La ausencia de fiebre", explica el texto, "es más frecuente (entre los pacientes estudiados) que con el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), por lo que puede que no se diagnostique a esos pacientes si la vigilancia para determinar los casos se centra sobre todo en la detección de fiebre".

Lo mismo sucede con las pruebas del escáner de tomografía, que solo detectó síntomas de una posible infección en la mitad de los casos analizados, pero -apunta Caixin- "dada la creciente preocupación de que los análisis de ácido nucleico están dando muchos falsos negativos, algunos médicos propusieron la inclusión de los escáneres de tomografía para el proceso de diagnóstico".

La muestra se realizó sobre 1.099 pacientes con infección de coronavirus diagnosticada hasta el 29 de enero en 552 hospitales de 31 regiones de China, con una media de edad de 47 años y de los cuales el 41,9 % eran mujeres.

Entre los pacientes -el 26 % no había viajado a Wuhan, epicentro de la epidemia, o estado en contacto con gente de allí recientemente-, el periodo medio de incubación del virus fue de tres días y no de 5,2, como se había concluido en anteriores investigaciones, aunque los casos estudiados indican alguna incubación de hasta 24 días.

Asimismo, el estudio muestra que el coronavirus "tiene una tasa de letalidad relativamente menor que el SARS y el MERS", como también apuntó en una reciente entrevista con corresponsales radicados en China el prestigioso epidemiólogo Ian Lipkin, director del Centro de Infecciones e inmunidad de la universidad estadounidense de Columbia y a cargo del equipo de respuesta al SARS en China en 2002 y 2003.

"Hay una mortalidad aproximada del 2 % (de los pacientes infectados de coronavirus). El SARS tuvo una tasa de mortalidad de casi el 10 %, mientras que la del MERS fue de en torno al 35 %", afirmó Lipkin.

"Cuando lo comparas con la gripe -continuó el epidemiólogo-, de la que hay hasta 1.000 millones de casos al año en todo el mundo, con entre 350.000 y 650.000 muertes, aunque es una tasa de mortalidad del 0,1 %, es un número mucho mayor".

El experto indicó que, en vistas de cómo evoluciona la epidemia y el probable número total de casos a conocerse en el futuro, la tasa de mortalidad del nuevo coronavirus será posiblemente menor del 2 % calculado hasta la fecha y se atrevió a pronosticar que "será mucho menor del 1 %".

Lipkin destacó la facilidad de la transmisión, por lo que no descartó que hubiera brotes futuros de esta epidemia.

En cuanto a los últimos datos, en su informe de hoy, la Comisión Nacional de Sanidad de China indicó que hay registradas 1.016 muertes y 42.638 contagios por coronavirus en la China continental.

Las cifras oficiales muestran una desaceleración en el número de nuevos casos detectados desde el pasado 5 de febrero.

Wuhan endurece la cuarentena y cierra todos los complejos residenciales

Las autoridades de Wuhan, capital de la provincia china de Hubei y epicentro del brote del nuevo coronavirus, endurecieron este martes la cuarentena a la que está sometida la ciudad desde el pasado 23 de enero con medidas como el cierre de todos los complejos residenciales.

El Gobierno de la ciudad publicó hoy en su página web nuevas directrices para el control de la epidemia, en las que indica que todas las urbanizaciones de la ciudad quedarán selladas a partir de hoy para minimizar el flujo de personas.

Según el diario oficial Global Times, que muestra imágenes de barreras improvisadas en los complejos donde no hay vallas, las personas encerradas en sus comunidades seguirán pudiendo recibir pedidos de comida y otros enseres a domicilio.

Las autoridades de la urbe, la séptima más poblada de China, indicaron que todos los edificios donde haya casos confirmados o sospechosos deberán ser sellados al exterior y gestionados "de forma estricta".

Asimismo, se reclama a los ciudadanos que "apoyen activamente" estas medidas y se les invita a "disuadir" a quienes "interfieran y dificulten" su aplicación.

Otra de las iniciativas hechas públicas hoy por la ciudad es que todos aquellos que tengan síntomas relacionados con el coronavirus, aunque sean leves -por ejemplo, fiebre-, deberán procurar atención médica en los centros de salud más cercanos y no ir a los de otros distritos, para tratar de evitar la propagación del virus.

En caso de que deban ser ingresados y que el centro en cuestión no cuente con camas suficientes, la clínica deberá encontrar un lugar en el vecindario donde se pueda llevar a cabo el período de observación.

El Ejecutivo local decidió cerrar la urbe el pasado 23 de enero para intentar evitar que el virus se expandiera, aunque ha recibido críticas por no haber tomado esa decisión antes, ya que cinco millones de personas habían salido de la ciudad en los días anteriores como parte del éxodo anual por las vacaciones del Año Nuevo chino.

Tras el cierre, quedaron nueve millones de personas dentro de Wuhan, ciudad en la que se cree que surgió el brote en un mercado donde se vendían animales salvajes de forma ilegal.

Hasta el momento, se han registrado 18.454 casos y 748 muertes en Wuhan, cifras que representan el 43 % y el 74 %, respectivamente, del total nacional. EFE