El papa Francisco afirmó hoy que a los políticos que cierran las fronteras con "muros, alambres o concertinas", como las utilizadas en España, les preguntaría cómo se sentirían "si fueran migrantes y no les dejaran pasar".

Así respondió Francisco a los periodistas a bordo de su avión en la rueda de prensa de regreso de su viaje a Chipre y Grecia al contestar sobre la cuestión migratoria en el Mediterráneo y en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.

"Sobre las personas que impiden las migraciones o cierran las fronteras, o construyen muros, alambres o las concertinas, que los españoles saben lo que son (en referencia a los periodistas españoles presentes en el avión), para impedir el acceso, lo que primero que hoy les diría es: piensa que tú fueras inmigrante y no te dejaran entrar", dijo.

Francisco, que en este viaje ha visitado el campo de refugiados de Lesbos y lanzó una dura crítica por la indiferencia de algunos países europeos ante el drama que viven los migrantes, consideró que quien construye muros "pierde el sentido de la Historia" pues en el pasado también en Europa hubo migrantes.

Observó que es "derecho" de los gobiernos decir que no son capaces de recibir a tantos migrantes, porque "van acogidos, acompañados, ayudados e integrados", pero que si un "gobierno no puede hacerse cargo tiene que dialogar con el resto de países para que cada uno haga su parte", en referencia a la necesidad de una política de cuotas en el seno de la Unión Europea.

Señaló la importancia de la "integración" de los migrantes para que no se conviertan en "ciudadanos de gueto" y puso el ejemplo del atentado en Bélgica, en el que los terroristas eran nacidos en el país, pero hijos de "inmigrantes guetizados".

Francisco repitió la advertencia que lanzó desde el campo de Lesbos al afirmar que "si no resolvemos el problema de la migración, corremos el riesgo de hacer naufragar la civilización. No sólo la del Mediterráneo, si no toda nuestra civilización".

También destacó que además del drama de los naufragios, también existe el drama de las devoluciones de los migrantes a Libia.

"Cuando son devueltos, vuelven a caer en manos del los traficantes. Cuando les devolvemos tenemos que también que ayudarles a integrarse en sus países y no dejarles en las costas libias. Esto es una crueldad", agregó.

Defiende al obispo de París que no cometió "pecado grave"

El papa defendió hoy al obispo de París, Michel Aupetit, del que aceptó su renuncia por haber mantenido una relación impropia con una mujer, pero dijo que no era "un pecado grave" y que tomó esa decisión "no por la verdad", sino porque "fue puesto en el altar de la hipocresía".

Francisco aceptó hace unos días la renuncia de Aupetit, quien puso su cargo a disposición del pontífice después de que la prensa francesa revelara que mantuvo una relación con una mujer en 2012.

Sin embargo, el pontífice aseguró que no se sabe bien de qué le acusan, preguntó a los periodistas "qué había hecho de tan grave" y al no recibir respuesta dijo: "Si no conocemos la acusación, no podemos condenar".

El papa sí que admitió que esa relación "fue un error" y que hubo "masajes y caricias" a su secretaria, pero que "esto no es un pecado grave" porque es "un pecado de la carne".

Aseguró que los pecados más graves "son otros como la soberbia, el odio" y que el obispo es pecador "como lo somos todos".

Entonces, Francisco criticó que se haya llegado a esto al "contar chismes que hacen que se pierda la reputación".

"Por los chismes a un hombre se le ha quitado la reputación y no puede gobernar y esto es una injusticia. Por eso he aceptado la dimisión, pero no sobre el altar de la verdad sino por el altar de la hipocresía", aclaró.

Aupetit anunció el pasado viernes que había puesto su cargo a disposición de Francisco tras negar las informaciones publicadas por el semanario Le Point, según las cuales habría tenido un idilio con esa mujer, pero reconoció una "relación ambigua", según la diócesis, lo que le llevó a apartarse "para no perjudicar" a la institución.

"Los dolorosos acontecimientos de la semana pasada, sobre los que ya he hablado, me llevaron a poner mi misión en manos del papa Francisco para preservar la diócesis de la división que siempre provocan la sospecha y la desconfianza", aseguró el exarzobispo sobre la decisión del pontífice de aceptar su renuncia.

Rechaza eliminar la palabra Navidad en documento de la UE

El papa Francisco consideró un "anacronismo" o un "laicismo aguado" el querer eliminar las referencias a la Navidad que aparecieron en un documento de la Unión Europea (UE) sobre recomendaciones de lenguaje políticamente correcto e inclusivo y que fue posteriormente retirado.

Así se refirió a esta polémica durante la rueda de prensa ante los periodistas en el viaje de regreso de su viaje a Grecia y Chipre.

"Es un anacronismo. En la historia ha habido tantas dictaduras que han intentando hacer esto, como el nazismo o el comunismo. Es una moda, es un laicismo aguado pero esto no ha funcionado", dijo.

La polémica estalló cuando se filtró un documento interno de la UE que llamaba a utilizar un lenguaje inclusivo y no discriminatorio y entre las recomendaciones también estaba la de felicitar las fiestas y no "la Navidad" o también evitar referencias a "Jesús, María o José".

El documento también recomendaba, entre otras cosas, no utilizar en los discursos "Ladies and Gentlemen" ("Señoras y señores") sino una frase más neutral, como "Dear Colleagues" ("queridos colegas").

Finalmente, la comisaria para la Igualdad, Helena Dalli, anunció en Twiiter que era un documento "no maduro y que no cumple los estándares de calidad de la Comisión".

"Las recomendaciones claramente necesitan más trabajo por lo que retiro el documento y trabajaremos más sobre él", añadió Dalli tras las quejas de muchos políticos europeos.

Francisco añadió que la UE tiene que volver "al ideal de los padres fundadores de la unidad y no abrir el camino a las colonizaciones ideológicas porque podría dividir a los países y hacer fracasar la UE".

Añadió que cree que no era la intención de la UE, pero pidió "estar atentos a estas cosas" y "respetar la singularidad de cada país".