WASHINGTON, EEUU.- El desplome económico de Estados Unidos debido a la pandemia del coronavirus en el segundo trimestre del año fue algo inferior a lo que se había calculado inicialmente, al situarse la contracción en un ritmo anual del 31.7 % (un 9.1 % respecto al trimestre anterior), mejor que el previsto de 32.9 % anual (o al 9.5 % intertrimestral).
Esta caída, no obstante, sigue suponiendo la mayor reducción del crecimiento económico de que se tenga registro en la mayor economía del mundo.
La contracción del producto interior bruto (PIB) "reflejó la respuesta a las instrucciones de 'quedarse en casa' difundidas en marzo y abril, como respuesta a la COVID-19, y que fueron suspendidas parcialmente en algunas áreas del país en mayo y junio", indicó la Oficina de Análisis Económico (BEA).
NUEVA ESTRATEGIA APROBADA ESTE JUEVES
La Reserva Federal (Fed), que ha advertido que la pandemia seguirá lastrando la actividad económica, aprobó hoy jueves por unanimidad una nueva estrategia que hace a un lado la práctica que ha seguido por más de tres décadas y que consiste en subir preventivamente las tasas de interés para contener la inflación.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dio los detalles en un discurso en un simposio virtual y que señalan la reorientación más sustancial del marco de políticas de la Fed desde que éste se formuló en 2012.
La Fed redujo de manera abrupta los tipos de interés al rango actual de entre el 0 % y el 0.25 % en marzo con la llegada de la pandemia, y se ha comprometido a no modificarlos en el medio plazo dada la magnitud de la crisis provocada por el cierre de negocios y el parón de actividades para contener la enfermedad.
El efecto práctico de la nueva política puede llevar a que la Reserva Federal se tome mucho tiempo antes de que considere un aumento de las tasas de interés.
Powell señaló que el cambio refleja la experiencia de años recientes cuando la inflación no se aceleró como se esperaba cuando el desempleo cayó a los niveles más bajos en medio siglo.
Según el Departamento de Comercio los datos del PIB reflejan el impacto de los pagos distribuidos por el gobierno a hogares y empresas que "llevaron a cambios bruscos en la actividad cuando las empresas y las escuelas continuaron con el trabajo remoto, y los consumidores y empresarios cancelaron, restringieron o reorientaron sus gastos".
La distribución de cheques de 1,200 dólares a millones de hogares y un subsidio temporal por desempleo que amparó a unos 18 millones de trabajadores independientes y subcontratistas, terminaron a fin de julio y, sin acuerdo en el Congreso para nuevos estímulos gubernamentales, el panorama luce incierto en el tercer trimestre.
SUBSIDIO POR DESEMPLEO
Un informe simultáneo del Departamento de Trabajo indicó hoy que las solicitudes del subsidio convencional por desempleo sumaron poco más de un millón en la semana pasada, comparado con 1.1 millones en la semana anterior.
Estos trámites, que alcanzaron la cifra sin precedentes de 6.8 millones en la última semana de marzo, han ido disminuyendo gradualmente y sólo en una semana desde entonces han estado por debajo de un millón.
En la semana que concluyó el 15 de agosto, según la Oficina de Estadísticas Laborales, había 14.53 millones de personas que recibían esa prestación, comparado con 14,75 millones en la semana anterior.
EMPLEO Y DESEMPLEO
La tasa de desempleo en EEUU se moderó en julio al 10.2 % frente al 11.1 del mes previo. Esto es una mejoría en relación con el índice de desempleo del 14.4 % en abril, pero está lejos del nivel del 3.5 % que persistió por varios meses hasta febrero.
La Reserva Federal reconoció que "la actividad y el empleo han repuntado levemente en los meses recientes", según las actas de su última reunión de política monetaria, divulgadas la semana pasada.
Los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria de Estados Unidos, coincidieron en que "la actual crisis de salud pública lastraría pesadamente la actividad económica, el empleo y la inflación en el corto plazo, y supone riesgos considerables a las perspectivas en el medio plazo".
MÁS DETALLES DEL CAMBIO DE ENFOQUE DE INFLACIÓN
El presidente de la Reserva Federal (Fed) anunció este cambio sustancial en la forma en que el banco central de Estados Unidos enfocará la inflación y la política monetaria precisamente para optimizar el empleo y la estabilidad de precios.
En una presentación en la conferencia anual que la Fed hace en Jackson Hole (Wyoming), celebrada este año telemáticamente, Powell indicó que el cambio, que será más fexible con el objetivo de inflación del 2 % para impulsar el empleo, "refleja nuestro aprecio por los beneficios de un mercado laboral firme, particularmente para muchas comunidades de ingresos bajos y moderados".
"Un mercado laboral robusto puede sostenerse sin causar un incremento no deseado de la inflación", añadió.
En el enfoque que la Reserva ha aplicado durante unas tres décadas, la política monetaria se ha usado, preventivamente, con aumentos de las tasas de interés si el ritmo de la inflación supera lo que el banco central considera aceptable para la economía de EEUU.
Pero en la última década, y especialmente desde que Estados Unidos salió de la Gran Recesión de 2008, el mercado laboral prosperó y el índice de desempleo bajó desde un 10 % en octubre de 2009 a un 3.5 % -el más bajo en medio siglo- hasta febrero pasado.
Este bajo índice de desempleo, sin embargo, no condujo a un aumento sustancial de los costos laborales y no se reflejó en una inflación, que ha estado durante muchos meses por debajo del 2 % que la Reserva considera aceptable.
La nueva política de la Reserva señala que un mercado laboral fuerte puede funcionar sin saltos inflacionarios, y que el banco central no aumentará las tasas de interés o esperará una inflación acelerada aún si se fortalece el empleo. (Con informaciones de EFE y otras fuentes).