SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A menos de un mes y medio de decir que las parturientas haitianas no son la causa de ‘‘la mala calidad en los servicios de atención’’ que impera en el país, el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Nelson Rodríguez Monegro, replantea su discurso y ahora ve los partos de mujeres del vecino país en centros de salud dominicanos como parte de ‘‘mafias o carteles’’.

Su reciente comentario sobre el tema, el 24 de agosto, plantea que las haitianas llegan en una especie de ‘‘tour’’ al país porque resulta atractiva ‘‘la buena calidad de las atenciones sanitarias en República Dominicana’’, de acuerdo a las declaraciones que ofreció a un periódico local.

No obstante, para el 13 de julio de este año el representante del Gobierno en el Servicio Nacional de Salud miraba con más benevolencia la situación.

Al preguntársele si impactaba de manera negativa en el presupuesto de los hospitales la atención de madres de esa nacionalidad, comentó que se comparte el presupuesto, pero enfocó su respuesta en que ‘‘para nosotros es importante salvar una vida, basta que tenga la condición de ser humano’’.

En esa ocasión dijo abiertamente que la asistencia a haitianas en los hospitales no agravaba los indicadores de mortalidad materna, aunque vinieran en franco deterioro desde su país de origen, sin la debida atención prenatal.

Ese día subrayó que son mujeres inmigrantes sufren al igual que las dominicanas la mala atención de los hospitales de este país.

‘‘No es verdad que quitando todas esas embarazadas que nos llegan a nosotros del vecino país, nosotros estaremos en condiciones, ese no es el problema, porque las nuestras se nos mueren. Entonces el problema es que hay que mejorar la calidad de la atención’’.

En ese momento, al lanzar el programa Supervisión residente para la prevención y atención materna extrema, dijo que ‘‘no es posible que una condición natural, fisiológica, como es el embarazo y el nacimiento, se convierta en una amenaza de la vida de la gente’’.