SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La revista de salud pública europea Eurosurveillance dio cuenta en la edición que circula desde esta semana que se trata de un brote de Neisseria gonorrhoeae FC428, que se aisló por primera vez en Japón hace cuatro años y que no había reportado una transmisión local sostenida como la que ahora fue observada en el Reino Unido.
En este caso están involucradas al menos cuatro ingleses, dos hombres y dos mujeres, con un nexo común: unas vacaciones en Ibiza (España).
La Dirección General de Salud Pública del Govern balear ha confirmado hoy mismo que en Ibiza no se ha registrado ningún caso de Neisseria gonorrhoae sobre la que se ha emitido la alerta.
«Es probable que la transmisión entre nuestros casos haya ocurrido entre residentes del Reino Unido que visitaron Ibiza, un destino de fiesta europeo muy conocido. Existe el riesgo de que se produzca una transmisión no detectada», advierten los investigadores en el texto publicado en Eurosurveillance.
El FC428 “tiene potencial para propagarse, algo muy preocupante ya que es resistente a las dos únicas opciones de tratamiento que existen (masivamente en Europa): a la ceftriaxona, el último fármaco disponible para la monoterapia de la gonorrea, y a la azitromicina, se precisa en la publicación.
A la azitromicina, sin embargo, esta cepa “muestra una resistencia intermedia”, se aclara.
La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ITS) frecuente que puede infectar el tracto genital, la boca o el ano. Puede contraerse a través del sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada.
Es una de las cuatro venéreas de transmisión sexual más comunes en el mundo, y la segunda más contagiosa, junto con la clamidiasis, la sífilis o la tricomoniasis.
La gonorrea no provoca síntomas en algunos casos. En los sintomáticos, puede causar dolor al orinar y secreción proveniente del pene. En las mujeres, los primeros síntomas generalmente son leves y a medida que pasa el tiempo puede provocar hemorragias entre los períodos menstruales, dolor al orinar y aumento de las secreciones vaginales.
También puede provocar enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico e infertilidad.
El primer caso de esta red fue detectado en octubre de 2018, cuando una paciente se presentó en una clínica de salud sexual en el Reino Unido con molestias urinarias. La mujer relató que dos meses antes había tenido relaciones sexuales vaginales sin protección con más de un hombre, todos británicos, mientras estaba de vacaciones en Ibiza.
Un mes después, otra mujer se presentó en otra clínica de salud sexual en otro lugar del Reino Unido y dio positivo en gonorrea. Fue tratada con una dosis única de 1 g de ceftriaxona intramuscular. Aunque inicialmente respondió al tratamiento, los síntomas reaparecieron. Falló el tratamiento posterior con una dosis única de gentamicina intramuscular 240 mg más azitromicina oral 2 g.
Los médicos solo lograron eliminar la infección con ertapenem intravenoso 1 g una vez al día durante 3 días.
La paciente reportó que, dos semanas antes, había tenido relaciones sexuales vaginales, orales y anales sin protección con un hombre asintomático residente en el Reino Unido que había estado de vacaciones en Ibiza y tenía vínculos con la pareja del primer caso. Este hombre no tuvo síntomas y dio negativo en gonorrea sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, los investigadores creen que dado su vínculo con el caso 1, es probable que haya sido la fuente de la infección del caso 2 y que haya eliminado de forma espontánea su infección.
Ocho días después de recibir el primer tratamiento (ceftriaxona) y antes de que sus síntomas reaparecieran, esta segunda mujer también tuvo relaciones sexuales orales sin protección y relaciones sexuales vaginales protegidas con otro joven, quien también se infectó y asimismo recibió tratamiento efectivo con ertapenem 1g intravenoso una vez al día durante 3 días.
Todos los cultivos positivo llegaron al laboratorio de referencia nacional de Salud Pública de Inglaterra para su estudio, donde los aislamientos mostraron resistencia a la ceftriaxona, cefixima, penicilina, tetraciclina y ciprofloxacina y resistencia intermedia a la azitromicina.

Dado que no se pudo contactar a los compañeros sexuales del caso 1 y que no está claro cuánto tiempo estuvo infectado el contacto masculino asintomático del caso 2, ni si esta cepa de N. gonorrhoeae fue adquirida inicialmente por residentes del Reino Unido antes o durante el viaje a Ibiza, «es probable que haya habido una transmisión hacia adelante, desde uno o más casos no detectados», se lee en la revista que ofrece en detalle los casos “para ayudar a reducir la propagación”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo en julio de 2017 que entonces existían en todo el mundo tres personas infectadas con cepas de gonorrea totalmente intratables y que su propagación era “sólo una cuestión de tiempo”. Eran tres casos específicos -en Japón, Francia y España- de pacientes con cepas de gonorrea contra las que entonces no se conocía de la existencia de ningún antibiótico eficaz.
“La gonorrea es un microbio muy inteligente”, dijo en esa ocasión Teodora Wi, especialista en reproducción humana de la OMS, la agencia de salud de la Organización de Naciones Unidas.
“Cada vez que se introduce un nuevo tipo de antibiótico para tratarlo, este microbio desarrolla resistencia”, añadió Wi y sostuvo que quizá estos casos podrían ser “solo la punta del iceberg”.
En los países de bajos ingresos, donde la gonorrea es más común, “faltan sistemas para diagnosticar y reportar infecciones no tratables”, alertó.