Río de Janeiro, Brasil (EFE).- Beija-Flor, con un desfile protesta contra la corrupción, la violencia, la intolerancia y otros males de Brasil, fue proclamada como la campeona este año entre las escuelas de samba del Grupo Especial del carnaval de Río de Janeiro.

La escuela de Nilópolis, un empobrecido municipio del área metropolitana de Río, aprovechó el desfile que realizó en la madrugada del martes para denunciar con sus carrozas, escenografías e disfraces la corrupción, la desigualdad, la violencia en Brasil, así como la intolerancia de género, racial, religiosa y hasta deportiva.

La nueva campeona del carnaval aprovechó el desfile titulado "monstruo es aquel que no sabe amar: los hijos abandonados de la patria que los parió", que inicialmente era un homenaje a los 200 años de la novela Frankenstein, para hacer una dura crítica a la realidad social brasileña que generó aplausos en el sambódromo y críticas de sectores conservadores.

La campeona también reprodujo en su desfile escenas de niños tiroteados en las escuelas públicas, menores víctimas de balas perdidas en sus ataúdes, padres cargando los cuerpos de sus hijos heridos y jóvenes apuntando a sus víctimas en la cabeza con armas.

Beija-Flor obtuvo 269,6 puntos de 270 posibles de los 36 jurados que calificaron el desfile de 2018 de las escuelas de samba del Grupo Especial, considerado el mayor espectáculo del mundo al aire libre y la mayor atracción del carnaval carioca.

La ganadora aventajó por tan sólo una décima a Paraíso de Tuiutí (269,5 puntos) que igualmente llevó al sambódromo un desfile con duras críticas a la situación de Brasil en el que puso en duda si la esclavitud realmente acabó hace 130 años.

Esta escuela llevó a la pista de Sapucaí un carro que representaba un moderno navío negrero en que el presidente de Brasil vestido de vampiro, en una clara referencia a Michel Temer, comandaba reformas neoliberales contra los derechos de los trabajadores.

Beija-Flor sucede a Portela, campeona del año pasado, y suma 14 títulos, lo que la sitúa como la tercera escuela con más triunfos.

En la votación, los jurados evalúan diferentes criterios, como la canción, la percusión, el tema de cada desfile, la calidad de los disfraces y las carrozas, y la armonía del conjunto.

Las dos últimas ubicadas entre las trece escuelas del Grupo Especial, Grande Río e Imperio Serrano, descendieron a segunda división y el próximo año desfilarán entre las del llamado Grupo de Acceso.

La proclamación del ganador se realizó en una ceremonia en el propio sambódromo donde el público protestó tanto contra Temer como contra el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, pastor evangélico crítico del carnaval y que redujo el presupuesto para las fiestas. EFE