SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Polvo seremos y al polvo volveremos”, recitaban en el cementerio Cristo Redentor los que se presentaron al entierro de Julio César Pérez, miembro del Partido Revolucionario Moderno (PRM) que resultó muerto el pasado domingo 5 de julio, en un incidente que se desarrolló durante el proceso electoral.
En un ambiente tranquilo, alejado de la turbulencia e inquietud de algunos actos fúnebres, familiares y amigos despidieron a Pérez, a quien describieron como un hombre dedicado a defender su comunidad.
Julio Alberto Faña, miembro del PRM, describió el hecho como lamentable, al que se le suma la pena de que sucediera en medio del proceso democrático dominicano, por el cual, asegura, Pérez trabajó por 25 años.
“El domingo a las 10:00 de la mañana, Julio rendía un informe de lo seguro que estaba de la victoria del cambio en su partido y su candidato. Él decía: a las 12:00 ya hemos ganado. Qué irónica es la vida, 10 o 15 minutos después me llamaban del centro de Simón Bolívar para decirme que a Julio lo habían matado”, relató Andrés (Lincho) Matos, encargado de prensa.
En el entierro, lo recordaron como un ciudadano de paz, solidaridad, excelente padre de familia, amigo y compañero fiel.
Los familiares aprovecharon la oportunidad para expresar su esperanza en que la policía haga justicia y el crimen no quede impune. Reclamaron que en cada proceso electoral ocurran muertes violentas, sin que se aprese a los responsables.
Julio César Pérez, de 55 años, representaba al PRM como delegado en uno de los colegios electorales del sector Simón Bolívar. Resultó muerto a balazos por una discusión que se produjo entre militantes políticos fuera recinto del electoral en que estaba trabajando. La discusión terminó en un tiroteo, y Pérez fue la única víctima a muerte.
Del hecho resultaron heridas cuatro personas más, entre ellas, dos miembros más del PRM.