El Consejo de Directores del Regional de Desarrollo (CRD), llamó al presidente Danilo Medina y a todos los sectores, apoyar la lucha que desarrollan los jueces y empleados judiciales, en procura de la asignación de un mayor presupuesto al Poder Judicial, además, por mejores condiciones salariales y de seguridad social a su favor, por constituir un reclamo vital para el país.
La entidad quien tiene entre sus ejecutivos a José Aníbal García, Isidro Pichardo Santos y Julio Simón Lavandier, indicó que se trata de un reclamo justo, en virtud de las injustificables limitaciones como actualmente se desenvuelven nuestros tribunales, con la perjudicial agravante de que los salarios y el régimen de seguridad social que reciben sus integrantes, no les dan para sobrevivir y ni para tener una vida digna para ellos y sus familias
Expuso que para contribuir con las metas de desarrollo que debe proponerse alcanzar el país, resulta saludable acoger los justos reclamos que desde los internos de la justicia hacen sus actores, lo cual, resulta admirable, en razón de que es a ellos quienes corresponden en primer lugar, procurar las correcciones de sus debilidades y darle mayor soporte a sus logros y fortaleza.
Al pedir una plena solidaridad de todos los sectores nacionales con los integrantes de nuestros tribunales, instó a los magistrados del país y el personal de soporte a sus labores, mantener con firmeza y dignidad su lucha, por su relevancia para el presente y futuro de República Dominica.
En otro orden, calificó de “penoso” que una gran proporción de nuestros jueces, para subsistir tengan que recurrir a créditos en las bancas comerciales formales e informarles, y además, procurar financiamientos para educar a sus hijos.
Sostuvo que resulta una situación inhumana contemplar que después de un juez pasarse hasta más de ocho horas en sus labores impartiendo justicia, muchos de ellos cansados y agobiados, en procura de su subsistencia, tengan que ir a impartir docencias en centros educativos.
Resaltó que la referida situación “nos debe llenar de vergüenza, cuando vemos que un regidor de cualquier localidad tiene mayor salario y privilegios a los que se deben garantizar a nuestros magistrados, a quienes nos corresponde ofrecerles condiciones idóneas, que reivindique su dignidad como seres humanos, para establecer la justicia firme y sustentable que nos merecemos”.