Roma, 19 oct (EFE).- El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, declaró que anulará la transcripción en el registro civil de los matrimonios homosexuales celebrados en extranjero y que efectúo el alcalde de Roma, Ignazio Marino.
"Yo anulo los registros. En Italia no está prevista la posibilidad de que una pareja gay contraiga matrimonio y por tanto no se pueden registrar los matrimonios realizados en el extranjero", anunció Alfano en una entrevista publicada hoy por el diario "La República".
Para el titular de Interior y líder del partido Nuevo Centroderecha", las firmas de ayer de Marino "son sólo un autógrafo y no tienen valor jurídico".
Tras la polémica de estos últimos meses, el Gobierno de Matteo Renzi está preparando una ley que preve las uniones civiles entre gays y lesbianas, parecida al "pacto civil" entre personas del mismo sexo que existe en Alemania
Según Alfano, no es posible que las parejas homosexuales se vayan a casar al extranjero y luego pretendan que su matrimonio sea registrado en Italia, y aseguró que en esta materia, los alcaldes "no pueden hacer lo que les dé la gana".
Alfano se dijo disponible a normativas que amplíen los derechos de las parejas gays, pero reiteró su oposición a cualquier tipo de matrimonio entre parejas del mismo sexo o a la adopción.
A pesar de la prohibición de Interior, y del anuncio del delegado de Gobierno en Roma, Giuseppe Pecoraro, de que los actos quedarían anulados, el alcalde de la capital italiana hizo caso omiso.
Las parejas homosexuales fueron llegando durante la mañana del sábado a la "Sala de la Protomoteca" del Campidoglio, sede del ayuntamiento, acompañados de sus familiares y amigos y, en algunos casos, de sus hijos.
En total fueron 16 parejas, 11 de hombres y 5 de mujeres, las que han inscrito sus matrimonios.
Tras los registros, el vicariato de Roma emitió un comunicado en el que definida de "decisión ideológica" y de "una afrenta institucional", mientras que la Conferencia Episcopal italiana lo definió el gesto como "sólo una mistificación a nivel mediático y político".
Ante las críticas por parte de la Iglesia católica, Marino respondió que "los obispos con su ejemplo educan las consciencias y los alcaldes deben prestar atención a la gente y a como cambia su cuidad".
La decisión del alcalde de Roma fue un capítulo más en el pulso que varios regidores mantienen ante la falta de una ley que reconozca en Italia los matrimonios o las uniones de hecho entre personas del mismo sexo.
Tras la polémica de estos últimos meses, el Gobierno de Matteo Renzi está preparando una ley que preve las uniones civiles entre gays y lesbianas, parecida al "pacto civil" entre personas del mismo sexo que existe en Alemania. EFE