Santo Domingo, 28 dic (EFE/Marta Florián).- La muerte de 12 personas en Elías Piña, en el oeste dominicano, a causa del consumo de clerén, un licor que se produce de manera casera y artesanal en Haití, enlutó la Navidad en esta deprimida provincia de República Dominicana, donde esa bebida forma parte de su cotidianidad, de sus penas y de sus alegrías.
Todo empezó a principios de la semana pasada cuando varias personas comenzaron a enfermar tras ingerir clerén en un velatorio en Pedro Santana, un municipio de esa provincia fronteriza con Haití, según narró vía telefónica a Efe Juan Alberto Aquino Montero, gobernador de Elías Piña, ubicada unos 255 kilómetros al oeste de la capital dominicana.
Tras presentar síntomas como dolores de cabeza y abdominal, cólicos y vómitos, 12 de ellos fallecieron de un grupo de 41 afectados.
Las autoridades dominicanas también han informado de cuatro fallecimientos en Haití, donde el clerén se fabrica en pequeñas destilerías.
"Hemos pedido a los militares que mantengan una estricta vigilancia para impedir el ingreso de estas bebidas a territorio dominicano"
La situación disparó las alarmas de los vecinos de Pedro Santana y de las autoridades nacionales, que concluyeron que el ron fue contaminado con metanol.
La situación, que alteró de alguna manera la celebración de la Navidad en la República Dominicana, ya está "bajo control" y de momento no se han reportado nuevos casos, afirmó Aquino Montero.
Mientras tanto, las autoridades han desplegado operativos para desmantelar laboratorios clandestinos de fabricación de clerén o de otras bebidas alcohólicas caseras como el triculí, que puede causar serios problemas neurológicos, ceguera y la muerte.
"Hemos pedido a los militares que mantengan una estricta vigilancia para impedir el ingreso de estas bebidas a territorio dominicano", afirmó Aquino Montero, quien lamentó lo ocurrido en su provincia, una de las más pobres del país.
Aunque el clerén, producido a partir de la caña de azúcar, es una bebida haitiana, su comercialización y consumo es frecuente en la República Dominicana, sobretodo en la frontera común, donde parece no existir regulación para su venta a pesar de que no es la primera vez que se ha denunciado casos de productores que le agregan metanol.
Tampoco es la primera vez que se reportan muertes por la ingesta de esta bebida.
En respuesta a la intoxicación masiva en Elías Piña, donde su gente sobrevive gracias a la agricultura y al comercio, las autoridades sanitarias declararon el mismo día de Navidad, una alerta epidemiológica.
Según el Ministerio de Salud Pública, el clerén fue adquirido en la localidad de Los Cacaos, del municipio Du Centre, una comunidad fronteriza haitiana, y que contenía un alto contenido de metanol o alcohol metílico.
La contaminación con metanol puede ocurrir por destilación de maderas utilizadas como materia prima o aromatizante, o por productos solventes con alto contenido de ese compuesto químico, dijo Salud Pública.
El alcohol metílico, incoloro y muy tóxico se absorbe rápida y fácilmente por todas las vías de exposición (dérmica, inhalación y oral) y cruza fácilmente todas las membranas.
El Ministerio de Salud ha expresado su "alta preocupación" ante el brote debido a que por las festividades de Navidad y Año Nuevo, se incrementa el consumo de bebidas alcohólicas, que por sí solo aumenta la incidencia de intoxicaciones, en esta ocasión con mayor riesgo de formas graves y muerte. EFE