SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Consolidado el desarrollo económico y con un sector sanitario privado pujante, cada vez son más los chinos, de toda edad y condición, que optan por operarse el pene como una forma de dejar atrás sus complejos y mejorar su autoestima.

Un video de la delegación en Pekín de la Agencia EFE dio cuenta hoy de esta realidad en base a una entrevista con el doctor Tian Long  del departamento de Andrología del Hospital Chaoyang de Pekín y del profesor Zhang Zhichao, de la Universidad de Pekín.

This browser does not support the video element.

El Dr. Tian dice que efectivamente China ya ha superado a Brasil como la primera potencia mundial en estética fálica, con una cifra de cirugías que supera las 10.000 al año, prácticamente el doble que hace una década, lo que también fue comentado por académicos de la Universidad de Pekín.

No todos los chinos acuden al quirófano por el mismo motivo: a los complejos derivados de un tamaño inferior al deseado se suman el fenómeno del "pene oculto", la deformidad genital y los traumas asociados a problemas como la disfunción eréctil y la eyaculación precoz, puntualiza el profesor Zhang Zhichao, de la Universidad de Pekín.

"La cirugía plástica sólo restaura la apariencia a través del alargamiento, engrosamiento o corrección de la curvatura del pene, y la herida se cura en apenas una semana. Un mes después, los pacientes ya pueden volver a tener relaciones sexuales", manifiesta el profesor Zhang.

También difieren la complejidad de las cirugías: desde los entre diez y treinta minutos que dura una circuncisión -la operación más frecuente-, hasta las más de diez horas por una reconstrucción completa; mientras que los alargamientos y engrosamientos suelen prolongarse durante dos horas.

Con todo, la presión social y el creciente número de clínicas ha disparado la demanda entre personas que no necesitan este tipo de cirugías, cuyo coste ronda los 15,000 yuanes (unos 2,230 dólares o 1,900 euros).

"Sólo los pacientes con pene pequeño congénito, malformación genital, traumas y enfermedades pueden someterse a estas operaciones", aclara el académico Zhang, que añade que este tipo de intervenciones deben reducirse.

Hospital escucha a la Universidad

Desde el Hospital de Chaoyang se ha impulsado, efectivamente, un comité de gestión de salud sanitaria, encargado de fijar los límites para cada operación y que "pone especial atención" en la supervisión de los hospitales privados.

"Creo que todavía nos queda trabajo por hacer, debido a la excesiva publicidad de las operaciones de cirugía estética", admite el Dr. Tian Long.

El especialista reveló, por otro lado, que muchos en China aún confunden la cirugía estética, orientada a ensalzar y mejorar las prestaciones del órgano viril, con aquellos tratamientos dedicados a tratar la impotencia o la eyaculación precoz.

"Antes de practicar la cirugía, los pacientes deben ser muy claros sobre cuál es su propósito, ya que la cirugía plástica no puede tratar la disfunción eréctil", comenta el profesor Zhang y subraya que una evaluación psicológica es fundamental para determinar si es o no necesaria una operación de estas características.

Sobre si esta tendencia se mantendrá con el paso de los años, el profesor tiene claro que sí, que las cirugías de penes aumentarán, en lo que coincide el doctor Tian, quien reveló que el año pasado impulsó con el resto de sus compañeros de departamento un seminario para "entrenar" a profesionales de la medicina sobre cómo proceder en estas operaciones de cirugía estética, y que volverá a repetirse en el transcurso de este 2019.

"Con estos seminarios buscamos que los cirujanos obtengan tanto la tecnología como las competencias necesarias para operar con garantías", asevera Tian, sobre un entrenamiento que, subraya, "no es para cualquier doctor novato".