Estrasburgo (Francia), 14 mar (EFE).- El comisario europeo para Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, dijo hoy que la llamada "Ley Mordaza Global" decretada por el presidente de EE.UU. Donald Trump, que retira ayudas a las ONG que efectúan interrupciones del embarazo, "puede poner en peligro la vida de mujeres y niñas".
En nombre de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, Stylianides mostró su "preocupación" por la decisión de la nueva administración de EE.UU., por la que la UE podría perder un socio humanitario para multitud de sus proyectos en países en desarrollo en los que se dedican ayudas a la salud femenina.
Esta ley, también llamada "Mexico City", señaló el comisario, "exige a las ONG certificar que no promueven abortos o informan sobre planificación familiar como condición para recibir ayudas en materia de salud".
"En la CE estamos preocupados por las posibles implicaciones para los países en desarrollo porque afecta a los programas para la reducción de la mortalidad infantil o de empoderamiento de mujeres en el tercer mundo", dijo el comisario, que afirmó que la CE "no quiere retroceder en los logros conseguidos en los últimos años".
Para la británica socialdemócrata Linda McAvan, "no tiene sentido que Trump tome decisiones por 25 millones de mujeres en el mundo sin acceso a la contracepción"
Con todo, Stylianides dijo que la política de la UE "no tendrá influencia en las prioridades europeas en materia de salud en los países en desarrollo".
Sí reconoció que desde Bruselas se está analizando el impacto a la financiación de los programas en los que eran socios humanitarios la UE y EE.UU.
En el debate posterior a la declaración del eurocomisario, los grandes grupos de la Eurocámara se mostraron contrarios a la decisión de Trump, con la excepción de los euroescépticos cercanos a la nueva administración estadounidense y algunos miembros de los conservadores y reformistas europeos (ECR, en inglés).
"Condenamos esta ley que puede afectar a millones de mujeres en el mundo. Estamos hablando de asistencia sanitaria para evitar casos tan graves como el zika", lamentó la eurodiputada sueca Anna Corazza Bilt.
Para la británica socialdemócrata Linda McAvan, "no tiene sentido que Trump tome decisiones por 25 millones de mujeres en el mundo sin acceso a la contracepción".
El pasado 23 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva para restablecer una política que prohíbe que EE.UU. conceda asistencia internacional a organizaciones extranjeras involucradas de cualquier manera con el aborto, aún cuando lo hagan con fondos no estadounidenses.
La norma entró en vigor por primera vez en 1980, pero los presidentes demócratas de EE.UU. la habían rescindido.
Según la ONG Human Right Watch, esta política restringe las opciones de las mujeres y promueve la censura de opciones esenciales de salud en clínicas de todo el mundo, en un momento en que los estudios estiman que entre el 8 y el 18 por ciento de la mortalidad materna se debe al aborto inseguro. EFE