SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir envió una carta al presidente de la República, Danilo Medina, en la que lo felicitan por observar la ley  que modificaría el Código Penal con el fin de garantizar la salud, la vida y la integridad psíquica y moral de las mujeres  de República Dominicana. 

Consideraron que la decisión tomada por  Medina, con certeza ayudará a mirar el problema de las mujeres que abortan no solamente desde el punto de vista legal, sino, teniendo en cuenta la vida de las mujeres en su integralidad.

La católicas, afirmaron que esperan que esta decisión permita avanzar hacia la despenalización del aborto y esté motivada por la convicción de que a las mujeres de República Dominicana se  les garanticen los derechos humanos, donde se respeten los compromisos regionales e internacionales de evitar que más mujeres mueran por causa de leyes restrictivas en materia de aborto que las vulneran y las condenan.

Lea  íntegra la carta que la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir envió al presidente Medina

CARTA DE CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR AL PRESIDENTE DE REPÚBLICA DOMINICANA

Señor

Danilo Medina

Presidente de la República Dominicana

Como RED LATINOAMERICANA DE CATOLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR, presentes en 11 países de la región queremos expresarle nuestras más sinceras felicitaciones por su reciente decisión de observar el Código Penal con relación a la problemática del aborto,  con el fin de garantizar la salud, la vida y la integridad psíquica y moral de las mujeres  de República Dominicana.

Como mujeres católicas, consideramos que la decisión tomada por usted como mandatario de la nación, con certeza ayudará a mirar el problema de las mujeres que abortan no solamente desde el punto de vista legal, sino, teniendo en cuenta la vida de las mujeres en su integralidad.

Señor Presidente, desde lo más profundo de nuestros valores cristianos y conocedoras de la realidad concreta de las mujeres de nuestra región, le aseguramos que muchas son las razones por las cuales las mujeres deciden tomar esta seria decisión en su vida, además, nos asiste certeza que ninguna mujer aborta con alegría en su corazón; esta decisión no es tomada de forma irresponsable o inconsciente, es resultado de una profunda y legitima reflexión.

Pertenecientes que somos a la tradición religiosa católica y conocedoras de sus principios fundamentales, consideramos que las mujeres tienen capacidad ética y moral para tomar decisiones sobre su vida, por lo tanto, condenarlas por ejercer el derecho de decidir, es negarles una condición básica de la dignidad humana, como son el derecho a la vida, la salud, la libertad, la autodeterminación, entre otros derechos fundamentales.

Existen razones profundas de conciencia que llevan  a las mujeres a tomar la decisión por la interrupción del embarazo, por eso rechazamos aquellas posturas y  visiones  religiosas que penalizan, condenan y restringen el derecho a decidir;  por ello, en sintonía con el pensamiento cristiano, afirmamos que frente a una situación de difícil decisión, el recurso más válido es la propia conciencia, en la cual las mujeres encuentran  respaldo para asumir como el mejor camino la interrupción  del embarazo.

Señor  Presidente, se ha demostrado que la penalización de la interrupción del embarazo en todas las circunstancias profundiza la discriminación, la violencia y la injusticia social, porque induce a las mujeres, especialmente aquellas de escasos recursos económicos a recurrir al aborto en condiciones insalubres y peligrosas, poniendo en riesgo su vida y su salud.Constatamos que la prohibición del aborto no ha conseguido disminuir la muerte de mujeres, ni disminuir su práctica; al contrario aumenta los riesgos porque las lleva a situaciones de clandestinidad e inseguridad, poniendo en peligro su propia vida.

Esperamos que esta decisión permita avanzar hacia la despenalización del aborto y esté motivada por la convicción de que a las mujeres de República Dominicana se  les garanticen los derechos humanos, donde se respeten los compromisos regionales e internacionales de evitar que más mujeres mueran por causa de leyes restrictivas en materia de aborto que las vulneran y las condenan.