SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El director ejecutivo Casa Abierta, Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo, afirmó este martes que en el país continúa la aplicación de políticas pública basada en discriminaciones, estereotipos y violaciones de derechos para el combate al uso de las drogas y el tránsito ilícito, lo cual, dijo, "es peor que las drogas".
En el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Lucha contra el uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, declarado por la Organización de las Naciones Unida (ONU), el director de la entidad subrayó que las autoridades dominicanas continúan negando a la sociedad el acceso a medicamentos de probada eficacia, solo porque se extraen de la planta cannabis, mejor conocida como marihuana.
“Por muchos años hemos planteado que este problema no tiene solución sólo con medidas represivas, muchas veces anuladas por la corrupción. Que es necesario avanzar hacia una política integral, donde la reducción de la demanda sea la prioridad”, sostuvo.
A continuación, la declaración íntegra del director de Casa Abierta
26 de Junio contra las Drogas: “salud para la justicia, justicia para la salud”.
El 26 de Junio, declarado por la ONU “Día Internacional de la Lucha contra el uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, tiene este año como tema: “salud para la justicia, justicia para la salud”, como dos caras de la misma moneda para abordar los problemas de las drogas. En nuestro país, esto solo sirve para poner en evidencia que como nación continuamos atrapados en el pasado. Que sigue aplicándose una política pública basada en discriminaciones, estereotipos y violaciones de derechos. Que nuestras autoridades niegan a la sociedad el acceso a medicamentos de probada eficacia, solo porque se extraen de la planta cannabis, mejor conocida como marihuana.
Por muchos años hemos planteado que este problema no tiene solución sólo con medidas represivas, muchas veces anuladas por la corrupción. Que es necesario avanzar hacia una política integral, donde la reducción de la demanda sea la prioridad. Hemos insistido en la urgencia de modificar la política de drogas, basada en la ley 50-88. Una política que pasado 31 años, no puede evidenciar resultados en la reducción de oferta, en la que basa su accionar, y mucho menos en la reducción de demandas.
Es tiempo ya, que decidamos adecuar la política pública nacional para que la misma se ponga acorde a otras sociedades que muestran resultados diferentes. Son naciones que han modificado sus legislaciones para abandonar la perspectiva represiva. Que han dejado de perseguir a las personas por usar una sustancia. Es decir han despenalizado el consumo. Son naciones, tan emblemáticas como Portugal, que han visto descender todos los indicadores negativos (violencia, delincuencia, encarcelamientos, demanda de drogas…), porque han pasado a políticas más humanas, centradas en las personas, respetuosas de los derechos, y desarrollando estrategias integrales teniendo como horizonte principal la salud.
Este 26 de junio también encuentra a las instituciones sociales que acompañamos a la sociedad atravesando por una profunda crisis financiera, ante la aparente indiferencia de las autoridades, a pesar de que han descargado en nuestras instituciones sus responsabilidades. Hace más de un año que no se entregan los recursos del 15% que establece la ley No. 155-17 sobre Lavado de Activos. Es una realidad muy triste, que contrasta con los alardes de éxito contra el tráfico ilegal de drogas, expresado en frecuentes incautaciones y decomisos millonarios, como recogen los medios de comunicación. Para la mayoría de las organizaciones reconocidas por las autoridades estos recursos constituyen el único apoyo estatal, para una labor altruista que casi solo realizan nuestras instituciones. Esta indiferencia está generando consecuencias internas que sin dudas pueden tener repercusiones en la sociedad. El abandono de los programas es una de las consecuencias indeseable de la falta de recursos.
En este 26 de junio, “Día Internacional de la Lucha contra el uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, reiteramos el compromiso de acompañar a las familias y las personas que sufren. Sin embargo, la fecha también es propicia para demandar a las autoridades la atención que nuestra labor reclama. Es oportuno también insistir en abandonar una política represiva peor que las drogas. Debemos diseñar una política de drogas usando los mejores criterios. Asumiendo las buenas prácticas de la perspectiva “salud para la justicia, justicia para la salud, las dos caras de la misma moneda para abordar los problemas de las drogas”, con posibilidades de éxito. .
Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo.
Psicólogo
Director ejecutivo Casa Abierta.
Junio 2019