Londres, 4 may (EFE).- Alemania y Malasia son dos de los países con mejores sistemas universitarios, gracias al alto grado de apoyo gubernamental, y que más pueden beneficiarse de la globalización de la educación superior, según recoge un índice presentado hoy por el British Council británico.
El instituto de relaciones culturales del Reino Unido dio a conocer en Londres y en un congreso en Ciudad del Cabo (Suráfrica) el índice "La forma de la educación superior global", que evalúa la calidad de las políticas públicas universitarias en 26 países del mundo, elegidos por su representatividad geográfica, según la directora de Educación, Jo Beall.
De acuerdo con este indicador, que viene acompañado de una herramienta digital para facilitar las comparaciones, Alemania y Malasia son los países, de entre esos 26, que mejor puntúan en los 37 criterios analizados, en tres grandes áreas: apertura, calidad y reconocimiento, y acceso y sostenibilidad.
Según una de las autoras del estudio, Janet Ilieva, la baja puntuación "no significa que los países no tengan un buen sistema educativo a nivel nacional", como sería el caso de Colombia, sino que se refiere "a su capacidad e infraestructura para atraer o exportar estudiantes o proyectos de investigación".
Otros países que obtienen un resultado "alto" o "muy alto" en la tabla, que no ofrece una clasificación numérica, son el Reino Unido (el otro Estado europeo en la lista), los Estados Unidos o Australia.
Peor puntuados están Brasil, que tiene accesibilidad "alta" pero calidad educativa "muy baja", o Colombia y Chile, que solo puntúan "alto" en accesibilidad, es decir, en las facilidades para la recepción de estudiantes extranjeros.
Otros países examinados por el instituto británico son Nigeria, Vietnam, México, Botsuana, Rusia, Suráfrica, Turquía, Tailandia, Egipto, Ghana, India, Indonesia, Kazajistán, Kenia, Pakistán, Filipinas, China y Etiopía.
Para recabar la información en la que se basa el índice, los investigadores del British Council, encabezados por Beall, analizaron la legislación de cada país.
Beall señaló que el objetivo del indicador es "servir de referencia a los Gobiernos y a los centros educativos para tomar decisiones, como con quién colaborar o forjar pactos educativos", en un momento de gran globalización de la oferta universitaria.
"El índice identifica los entornos nacionales más favorables a la colaboración internacional, investigación, acuerdos de asociación y futuro crecimiento económico", declaró en Londres.
La experta admitió que la selección de países es limitada y dijo que, si el índice tiene buena acogida entre las partes interesadas, en el futuro se tenderá a incluir más territorios.
En su opinión, aun en su forma actual este índice puede ser útil, pues "los países con puntuación baja puede tratar de mejorar y los que no están incluidos puedan guiarse por estos parámetros".
Según una de las autoras del estudio, Janet Ilieva, la baja puntuación "no significa que los países no tengan un buen sistema educativo a nivel nacional", como sería el caso de Colombia, sino que se refiere "a su capacidad e infraestructura para atraer o exportar estudiantes o proyectos de investigación".
Beall subrayó que un índice de este tipo es relevante porque "la educación superior es un producto exportable, y muchos Gobiernos quieren mejorar sus sistemas para hacerlos más productivos y rentables".
"El futuro de la educación superior dependerá de asociaciones exitosas, sostenibles y mutuamente beneficiosas", afirmó. EFE