NUEVA YORK, Estados Unidos.- Negro Veras reveló que en el caso de su hijo, oficinas de abogados “promiscuos” intentaron afectar a personas inocentes y dilatar el proceso de justicia, para que no pudiera condenarse a los culpables.

Entiende que dentro del proceso judicial deberá incluirse a los otros responsables del crimen moral contra su familia. En un documento enviado desde Nueva York, el abogado Negro veras explica que ahora planean matarlo a él, además de desacreditar la sentencia de condena.

“Ahora, ante la condena en su contra,  los que quisieron  asesinar a Jordi, están jugando dos cartas: Una, asesorados por sus cómplices  legales buscarán desacreditar y revocar la sentencia  y, segundo, continuarán  en su afán de matarme  a mí y también  a Jordi”.

Lea el documento:

A los 49 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi. 

Por: Ramón Antonio Veras.

1.-  Quisieron asesinar  a mi hijo Jordi, física y moralmente, pero no lo lograron;  de la acción de los sicarios que apretaron el gatillo salvó la vida por ventura y las ciencias médicas;  los agresores morales corrieron la misma suerte que los imputados porque ellos deben ser vistos  enlazados  por   la sentencia condenatoria.

2.- Procuraron impedir la investigación y contaminarla con el fin de que nos  enfrentáramos  con la fiscalía y la Policía Nacional;  no lo consiguieron  porque no nos desesperamos, nos mantuvimos serenos, depositando confianza y colaborando con los encargados de las pesquisas. Ensayaron eternizar el proceso pero no  se les dio, porque aunque con muchas dificultades,   les  vencimos y, finalmente, el caso concluyó en primera instancia.

3.- Anhelaron  presentar como responsables del hecho criminal a personas inocentes, pero fracasaron en su intento porque la trama la denunciamos  como una maniobra burda para encubrir a los verdaderos culpables.

Jordi Veras, en primer plano, y en el fondo, su padre, Negro Veras

4.- Aspiraron a cubrir la realidad con la apariencia, haciendo publicaciones elaboradas en oficinas de abogados promiscuos, con el fin de presentar  la persona de Adriano Román, como extraña al operativo criminal, pero fallaron en su intento porque a la postre se evidenció  su culpabilidad  mediante grabaciones y otras pruebas.

5.- Ambicionaron sustraer del expediente las piezas que constituyen las  pruebas  verdaderas para  sustituirlas por falsas, pero no alcanzaron sus objetivos porque les descubrimos  a tiempo  sus pretensiones fraudulentas.

6.- Afanaron en la jurisdicción de instrucción queriendo invalidar  la mayor cantidad y mejores medios de pruebas de que disponía la fiscalía, pero fueron rechazadas sus pretensiones porque las evidencias  habían sido obtenidas rodeadas de la mayor  legalidad procesal.

7.- Buscaron por cansancio vencer el deseo de la justicia,  de la sociedad y de nuestra familia, pero fue fallido su intento porque  nuestro  ahínco  se puso por encima de sus maquinaciones para obtener impunidad.

8.- La perseverancia para que se hiciera una seria investigación; la tenacidad reclamando justicia limpia; la constancia para que las pruebas fueran lo suficientemente sólidas para que se dictara una sentencia convincente, se logró resistiéndolo todo, sin demostrar el más mínimo cansancio ni entrega alguna.

9.- Por medio del dinero se mantuvieron mediante chicanas, reenviando las distintas audiencias  pero,  finalmente, la sistemática denuncia pública poniendo en evidencia la complicidad de la defensoría pública, pulverizó las maniobras y el proceso avanzó hasta concluir con la sentencia condenatoria en primer grado.

10.- La decisión del tribunal sancionando a los imputados en el caso de mi hijo Jordi, constituye un mensaje de esperanza para lo mejor de la sociedad dominicana, más en la presente coyuntura de criminalidad que ahora estamos viviendo. Hoy, 2 de julio de 2014, al cumplirse 49 meses de la tentativa de asesinato contra Jordi, el  tribunal va a proceder a leer íntegramente la sentencia  que condenó  al que pagó y a los que organizaron  y ejecutaron el operativo criminal.

11.- Ahora, ante la condena en su contra,  los que quisieron  asesinar a Jordi, están jugando dos cartas: Una, asesorados por sus cómplices  legales buscarán desacreditar y revocar la sentencia  y, segundo, continuarán  en su afán de matarme  a mí y también  a Jordi.

12.- Los asesinos  y  sus compinches legales fracasarán en sus recursos, porque la sentencia, al ser dictada con apego a las pruebas ajustadas a la ley y al derecho, resistirá todas las impugnaciones, y sus planes criminales no lograran materializarlos porque estamos advertidos y preparados para responderles en el escenario que escojan.

New York, 2 de julio 2014.