SANTO DOMINGO, República Dominicana,- El presidente Luis Abinader procura eliminar de las Fuerzas Armadas el tráfico de influencia, los privilegios y las estructuras famosas que por décadas decidían sobre las asignaciones a cargos militares en las instituciones y entidades castrenses.
Esta práctica ilegal sólo beneficiaba a unos pocos, pero iba en detrimento de la mayoría de la oficialidad que no contaban con un padrino en el alto mando militar.
A través del decreto 361-21 que modifica varios artículos del decreto 261-16, el mandatario busca crear equidad en las designaciones de los puestos de direcciones, subdirecciones y en otras responsabilidad de similar jerarquía en los estamentos militares.
El Poder Ejecutivo modificó los artículos 2,3 y 4 del referido decreto, se instruye a las Comandancias Generales de las Fuerzas Armadas y de las dependencias militares y de inteligencia del Estado, a que sometan a la consideración del ministro de Defensa los candidatos a ocupar posiciones en las instituciones castrenses.
En lo adelante, los puestos de direcciones en las Fuerzas Armadas estarán sujetos a consenso, preparación y edad en servicios, principalmente; y no a decisiones de grupos internos y externos que en los últimos 20 años corrompieron el aparato militar.
Esto rompe también con la tradición de imponer por decretos desde el Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencia (Cusep) y otras instalaciones, los oficiales que ocuparían cargos medios en las Fuerzas Armadas.
Además, termina con la mafia que por décadas se mantuvo en las instituciones militares, en la que las direcciones y subdirecciones se comercializaban o eran reservadas para un exclusivo grupo de oficiales.
Bajo ese esquema de práctica corrupta se nombraban oficiales en puestos de dirección y subdirección, pero solo figuraban en nóminas para fines de pensión, mientras los especialismos, que iban desde 70 hasta 150 mil pesos, eran cobrados por otros.
El ministro de Defensa, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, y los tres comandantes de fuerzas elaboraron y consensuaron esta nuevas disposiciones promulgada por el presidente, dentro del proceso de reingeniería de las Fuerzas Armadas para sus instituciones que sean más equitativas y transparentes, donde todos sus miembros estén en igualdad de condiciones, refiere un oficial del alto mando.
De acuerdo con el decreto, se modifica el artículo 2 del decreto 261-16 para que en lo adelante se lea: Los comandantes generales propondrán al Ministerio de Defensa los oficiales superiores de comando que a su entender deban ostentar los cargos de dirección o de cualquier otra responsabilidad de similar jerarquía, los cuales deberán satisfacer al menos los siguientes requisitos:
- Tener más de 25 años en la institución.
- Haber cumplido el curso en Estado Mayor correspondiente.
- Cumplir con el perfil definido en cuanto a capacidad, experiencia profesional, formación académica o técnica, condiciones morales y éticas, así como las demás que se establecen reglamentariamente.
En la modificación del artículo 3 del decreto 261-16 manda a que los comandantes generales propondrán al Ministerio de Defensa los oficiales superiores de comando que a su entender deban ostentar los cargos se subdirección o cualquier otra responsabilidad de similar jerarquía y que deberán tener los requisitos de tener más de 20 años en la institución, haber realizado el curso avanzado de infantería o plana mayor y cumplir con el perfil definido en cuanto a capacidad, experiencia profesional, formación académica o técnica, condiciones morales y éticas, así como las demás que se establecen reglamentariamente.
En la modificación al artículo 4 se establece que los oficiales auxiliares y los oficiales especialistas candidatos para ostentar el cargo de director y subdirector quedan exceptuados del requisito de haber realizado el curso de comando y Estado Mayor o avanzado de infantería; no obstante, deben poseer título universitario y cumplir con el perfil definido en cuanto a capacidad, experiencia profesional, formación académica o técnica, condiciones morales y éticas, tener 25 años en la institución, en caso de dirección y 20 años en caso de subdirección.