SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Sin que hasta el momento se haya respondido a la solicitud de justicia de su familia, este jueves 17 de agosto se cumplen cinco años de la muerte de Rosaura Almonte Hernández (“Esperancita”), la adolescente de 16 años a quien por estar embarazada le fue retrasado el tratamiento de quimioterapia que necesitaba para luchar contra el cáncer de leucemia.

De manera infructuosa la madre de Esperancita, Rosa Hernández, ha luchado en los últimos cuatro años para que la justicia dominicana investigue qué se hizo mal antes de la muerte de su hija, establezca las responsabilidades que correspondan, y siente precedentes para que ninguna otra niña o mujer se enfrente a un riesgo de vida por cuenta del embarazo.

 

En el estudio Maternidad libre y segura en República Dominicana, una deuda pendiente con los derechos de las mujeres, Rosa Hernández relata por primera vez detalles del tipo de atención que recibió en los servicios de salud en 2012, cuando su hija estaba hospitalizada.

Alli Hernández destaca retrasos en el diagnóstico, en el inicio del tratamiento adecuado para su condición médica o en la remisión a hospitales con mayor capacidad para afrontar la condición médica de Rosaura; y falta de información sobre el estado de salud de su hija, sobre la urgencia del tratamiento o sobre los riesgos de aplicar quimioterapia mientras transcurre el embarazo, entre otros.

Desde 2013, cuando interpuso recursos judiciales por la muerte de su única hija, Rosa Hernández pide que se debe establecer lo qué se hizo mal en ese momento para ayudar a que historias semejantes no se repitan.

Acto y anuncio                                                   

Para conmemorar el quinto aniversario de la muerte de Rosaura Almonte Hernández (“Esperancita”), su familia realizará un acto de recordación este jueves 17 de agosto a las 5:00 de la tarde en el parque La Lira, en el Distrito Nacional.

En la actividad, la madre informará los siguientes pasos que dará en su reclamos de justicia para ella, su familia y todas las mujeres dominicanas que han muerto en el país por causas asociadas al embarazo, la mayoría de ellas, muertes evitables.