El 96 % de los menores y jóvenes del este de la República Dominicana están en riesgo de sufrir explotación sexual comercial, según se desprende de tres estudios sobre esta problemática realizados en 10 comunidades de esa parte del país y presentados hoy por la organización Plan International.
La explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA), en todas sus modalidades, es una violación a los derechos fundamentales y una forma moderna de esclavitud.
En el marco del panel "Desafíos para la prevención de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en República Dominicana", Plan International presentó los resultados de los tres informes que se llevaron a cabo en Boca Chica, Guayacanes, Quisqueya, San Rafael de Yuma, Salvaleón de Higuey, Verón, Punta Cana, Boca de Yuma, Macao y El Salado.
Las causas más frecuentes de la ESCNNA son "la falta de educación, abusos físicos, psicológicos o sexuales, violencia doméstica, familias disfuncionales, embarazos en la adolescencia y carencias de oportunidades económicas y sociales".
La exposición a esos abusos producen en los menores graves repercusiones físicas, sociales y psicológicas en sus vidas", declaró la representante de la organización en el país Raquel Casares.
"La mayor parte de los adolescentes y jóvenes entrevistados en uno de los estudios viven en localidades y en barrios donde prima la pobreza y la falta de oportunidades que, regularmente, se asocian a la presencia de la ESCNNA. Estos grupos son más vulnerables y, por lo tanto, demandan una atención preferencial en el ámbito de prevención", dijo.
Como actividad lucrativa e ilícita, la ESCNNA es una forma de abuso que implica la victimización sexual de una persona menor de edad por parte de otra, a través de una transacción comercial que puede expresarse en dinero o en especie.
"El 45 % de los menores encuestados conoce a un par de su edad que tiene relaciones sexuales por dinero o regalos, mientras que ese porcentaje sube a 67 % al preguntar a los padres y madres si consideran que en la comunidad hay participación de la niñez en el trabajo sexual", aseveró la investigadora encargada del estudio, Carol Graciano.
En los estudios realizados, el 70 % de los niños, niñas y adolescentes reconocen como explotadores sexuales al cliente y al proxeneta o intermediario, mientras que el 20 % identifica a los mismos familiares.
Los trabajadores informales del sector turístico son un factor clave en los esfuerzos para sensibilizar a la población sobre las consecuencias de la explotación sexual comercial.
"Encontramos que un 49 % de ellos percibe la existencia de esta problemática en las zonas de estudio, mientras que el 71 % de esos trabajadores afirmó que las autoridades saben la ubicación de los lugares donde se explota sexualmente a personas menores de 18 años de edad", sostuvo Graciano.
Finalmente, en un entorno social propenso y tolerante con esta práctica, el 86 % de los niños, niñas, adolescentes y adultos entrevistados consideró que el Estado no ha tomado medidas adecuadas para prevenir y evitar la explotación sexual comercial.
La mayoría de los entrevistados no conoce los servicios ofertados en este tipo de casos por el Sistema Nacional de Protección, por lo que resulta primordial que se diseñen e implementen políticas de información y sensibilización sobre el delito de ESCNNA en todas sus modalidades, identificación de las víctimas y responsables directos (clientes-explotadores, proxenetas e intermediarios). EFE