SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Al gobierno de Estados Unidos le preocupó a finales de 2003 la profunda crisis macroeconómica que sufría la República Dominicana, la que atribuyó en gran medida a los fraudes que llevaron a la quiebra a los bancos Baninter, Bancrédito  Mercantil, y que llevó a la justicia a sus principales directivos y ejecutivos.

En un cable numerado 006582, de fecha 15 de noviembre de 2003, la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo propone al Departamento de Estado varias maneras de apoyar los intereses de su gobierno en la República Dominicana.

El cable forma parte de los más de 2 mil documentos que una fuente del gobierno estadounidense entregó al portal Wikileaks, que los ha puesto a disposición del público.

“La difícil situación económica en la República Dominicana, coincidiendo con las primeras etapas de una campaña presidencial, presenta un conjunto de desafíos para los intereses estadounidenses en el país”, indica el cable que fue firmado por el entonces embajador Hans Hertell.

“Considero que es esencial seguir apoyando a la administración del presidente Hipólito Mejía. Tengo en cuenta las políticas de Mejía, pro EE.UU. en Irak y el Medio Oriente, su estrecha cooperación con la ley, su defensa del libre comercio, y su firma del acuerdo del Artículo 98 (Nota de Acento.com.do: este acuerdo compromete a los gobiernos a no juzgar en sus propios territorios a soldados y a contratistas de EE.UU que sean acusados de violar alguna ley)”, expresa.

En el cable se resaltan varios de los problemas más acuciantes para la República Dominicana en esos momentos y se enumera una lista de propuestas para que EE.UU acuda en auxilio de la administración de Hipólito Mejía.

Mayor apoyo a la reforma institucional dominicana

“Una de las causas que contribuyen enormemente a la mala situación macroeconómica actual del país es el fraude bancario en Baninter, Bancrédito y el Banco Mercantil, cuenta que ha aumentado a cerca de US$3 mil millones (aproximadamente el 15% del PIB)”, precisa el cable.

Resalta que la inestabilidad en el tipo de cambio y muchos de los indicadores financieros se debe, en gran parte, a la desconfianza del público en sus propias instituciones financieras.

“La acusación y el procesamiento en EE.UU. de delincuentes dominicanos, enviaría un mensaje de gran alcance. Un aumento de la ayuda a la regulación financiera, al poder judicial, y para la investigación del fraude demostraría nuestra convicción de que las instituciones sólidas son fundamentales para el desarrollo económico sostenible. A este respecto, pido que Washington financie totalmente y tan pronto como sea posible US$300, 000 para apoyar la ayuda técnica relacionada con el complejo fraude bancario”, agrega el informe.

Invasión a Irak

El envío de soldados dominicanos a participar de la coalición de fuerzas militares que lideró Estados Unidos para invadir y ocupar Irak le valió el apoyo del gobierno de Estados Unidos al presidente Hipólito Mejía.

El embajador Hertell señala:

“Considero bienvenidas la visita de funcionarios adecuados del Pentágono o militares de alto rango, como el comandante del Comando Sur, el general Hill. Entiendo que los departamentos de Defensa y de Estado pueden optar por aumentar las distintas categorías de la ayuda militar y que están estudiando la posibilidad de hacerlo. Si un visitante de alto nivel pudiera hacer el anuncio público previo de esas medidas, esto reforzaría la solidaridad de EE.UU. con el Gobierno Dominicano y  demostraría el valorado aprecio al gobierno de República Dominicana por compartir responsabilidades en la “Coalición de los Dispuestos”. Este compromiso de EE.UU. resaltaría la naturaleza de los principios que apoyan la decisión de enviar el Batallón de Quisqueya a Irak por un año y ayudaría a contrarrestar algunos de los riesgos a la baja”.

Sobre las elecciones presidenciales de 2004

Aunque el embajador Hertell resalta el apoyo de su gobierno al entonces presidente Hipólito Mejía, destaca que la necesidad que EE.UU sean percibido como imparcila en el proceso electoral que se celebraría en mayo de 2004, para el cual Mejía se presenaría en busca de la reelección.

“Considero que es vital que el público dominicano entienda que Estados Unidos es completamente imparcial en este proceso, a pesar de nuestras buenas relaciones con la administración de Mejía. Asimismo, es vital que proporcionemos apoyo financiero para la supervisión eficaz de las elecciones con el fin de garantizar la confianza pública en el proceso democrático y en sus resultados”, explica el informe.

El cable

SANTO DOMINGO 006582/SENSITIVE/SUBJECT: HOW BEST TO SUPPORT U.S. INTERESTS IN THE DOMINICAN REPUBLIC — RECOMMENDATIONS

2003-11-15 20:42

Asunto: cómo apoyar mejor a los intereses de EE.UU en el República Dominicana – recomendaciones

1. (SBU) La difícil situación económica en la República Dominicana, coincidiendo con las primeras etapas de una campaña presidencial, presenta un conjunto de desafíos para los intereses estadounidenses en el país. Considero que es esencial seguir apoyando a la administración del presidente Hipólito Mejía. Tengo en cuenta las políticas de Mejía, pro EE.UU. en Irak y el Medio Oriente, su estrecha cooperación con la ley, su defensa del libre comercio, y su firma del acuerdo del Artículo 98. Igualmente importante, y que trasciende la relación con la actual administración, es la necesidad de asegurar la estabilidad institucional, la transparencia y la apertura del proceso político, mientras (se apoya) el fortalecimiento de las reformas económicas, judiciales y políticas.

2. (SBU) Yo creo que todos los actores políticos de importancia y el público dominicano responderán positivamente a las acciones del gobierno de Estados Unidos y las declaraciones de apoyo a los esfuerzos Gobierno Dominicano para hacer frente a las  dificultades económicas y políticas, firme y responsablemente. El gobierno de Estados Unidos puede ayudar a darle forma al diálogo sobre las cuestiones clave, a fin de centrarse en acciones positivas y en las reformas institucionales, más que en echarle (a alguien) la culpa. Estados Unidos es, necesariamente, una presencia importante en la República Dominicana, a través del comercio, la inversión, los valores e intereses compartidos, la geografía y el número de dominicanos que residen en los Estados Unidos. Nuestra voz y ejemplo tienen un peso extraordinario en el acontecer nacional dominicano.

3. (SBU) Lo que sigue son mis propuestas para el Departamento (de Estado) y otras agencias para emprender acciones constructivas en el corto plazo por el gobierno de Estados Unidos:

– Visitas de nivel superior civil. Sugiero que el subsecretario Noriega y el subsecretario del Tesoro Taylor hagan visitas de trabajo de un día, por separado, a Santo Domingo antes de las vacaciones de fin de año. Las visitas de alto nivel podrían significar una advertencia franca al Presidente Mejía para mantenerse en la senda con el FMI, a pesar de las presiones electorales, y podrían reunirse con otros destacados dirigentes políticos y el Congreso para hacer llegar un mensaje de apoyo a los dominicanos en general. En particular, el subsecretario Noriega podría expresar fuertes palabras de aliento para combatir la corrupción y enjuiciar a individuos por conductas corruptas, además de desarrollar más su testimonio ante el Congreso, que recibió gran atención aquí. La Embajada puede programar un plan completo y apropiado de contactos en los medios de comunicación. Visitantes importantes del Gobierno de EE.UU. podrían, por ejemplo,  dirigirse a ambas cámaras de la legislatura o pudieran hablar ante otras instituciones locales de prestigio. El mensaje político general sería distinto, pero complementaría el del Representante de Comercio de EE.UU, Zoellick, en la inauguración a mediados de enero de las negociaciones comerciales bilaterales en Santo Domingo.

– Visitas y ayuda militar. Considero bienvenidas la visita de funcionarios adecuados del Pentágono o militares de alto rango, como el comandante del Comando Sur, el general Hill. Entiendo que los departamentos de Defensa y de Estado pueden optar por aumentar las distintas categorías de la ayuda militar y que están estudiando la posibilidad de hacerlo. Si un visitante de alto nivel pudiera hacer el anuncio público previo de esas medidas, esto reforzaría la solidaridad de EE.UU. con el Gobierno Dominicano y  demostraría el valorado aprecio al GRD por compartir responsabilidades en la “Coalición de los Dispuestos”. Este compromiso de EE.UU. resaltaría la naturaleza de los principios que apoyan la decisión de enviar el Batallón de Quisqueya a Irak por un año y ayudaría a contrarrestar algunos de los riesgos a la baja.

– Acelerar el análisis de las IFI. La ayuda de las instituciones financieras internacionales será crucial para superar la difícil situación financiera que agobia al GRD y al sistema financiero. El Gobierno Dominicano debe llegar a un acuerdo, rápidamente, con el equipo negociador del FMI que llega mañana. Yo creo que lo harán, y voy a seguir insistiendo en este mensaje. Una vez que se renueve el acuerdo “stand by”, el Gobierno Dominicano necesita acudir a otras fuentes de financiamiento. Considero que el préstamo del Banco Mundial desarrollado previamente por US$200 millones para la reforma del sector eléctrico no puede llevarse a cabo, dado que el gobierno recompró la participación de Unión Fenosa en el sistema. Agencias de gobierno de Estados Unidos y el director ejecutivo de EE.UU. en el Banco Mundial pueden instar al Banco a la elaboración de un préstamo de desembolso rápido de ajuste estructural para ayudar a satisfacer las necesidades urgentes de reestructuración y para cubrir los atrasos en el sector de la electricidad. El gobierno de Estados Unidos puede abogar por un enfoque similar con el BID.

-Mayor apoyo a la reforma institucional dominicana. Una de las causas que contribuyen enormemente a la mala situación macroeconómica actual del país es el fraude bancario en Baninter, Bancrédito y el Banco Mercantil, cuenta que ha aumentado a cerca de US$3 mil millones (aproximadamente el 15% del PIB). La inestabilidad en el tipo de cambio y muchos de los indicadores financieros se debe, en gran parte, a la desconfianza del público en sus propias instituciones financieras. Ya están activas algunas agencias del gobierno de Estados Unidos en la cooperación jurídica y en la investigación -el Departamento de Seguridad Nacional, el Tesoro, la DEA, el State / INL, y Justicia, las más destacadas.

Esta labor es sumamente valiosa y debe ser reforzada y recibir financiación adicional, en particular, para los programas que promueven la práctica de formación técnica, profesional y la práctica eficiente de los dominicos. La acusación y el procesamiento en EE.UU. de delincuentes dominicanos, enviaría un mensaje de gran alcance. Un aumento de la ayuda a la regulación financiera, al poder judicial, y para la investigación del fraude demostraría nuestra convicción de que las instituciones sólidas son fundamentales para el desarrollo económico sostenible. A este respecto, pido que Washington financie totalmente y tan pronto como sea posible US$300, 000 para apoyar la ayuda técnica relacionada con el complejo fraude bancario.

– Monitorio de las elecciones. Estamos a seis meses de la elección presidencial. Esta Embajada ha solicitado financiamiento para los observadores electorales y entiende que el NDI y el IFES han elaborado propuestas. Considero que es vital que el público dominicano entienda que Estados Unidos es completamente imparcial en este proceso, a pesar de nuestras buenas relaciones con la administración de Mejía. Asimismo, es vital que proporcionemos apoyo financiero para la supervisión eficaz de las elecciones con el fin de garantizar la confianza pública en el proceso democrático y en sus resultados. Un compromiso temprano resaltaría nuestra política de que los ciudadanos deben estar facultados con plenos derechos de participación y su voz en la elección de su gobierno en elecciones libres, justas y transparentes.

– Apoyo a la aplicación de las leyes. Las prioridades clave para el cumplimiento de la ley en la República Dominicana incluyen la lucha contra el terrorismo, lucha contra el narcotráfico, lucha contra la trata de personas, contrabando de extranjeros, fraude de visados y pasaportes, la falsificación y blanqueo de dinero. Cualquier fondo adicional  para estos programas aportaría un beneficio directo a los intereses de EE.UU. y se compensarían con futuros aumentos en la cooperación.

HERTELL