La lava del volcán Kilauea, en Hawái, avanza de forma lenta pero destructiva.

El flujo de roca derretida ha destruido todo lo que se ha interpuesto en su camino, desde carreteras hasta una vivienda entera.

Las autoridades de Hawái dijeron que la lava no representa todavía un peligro para los residentes de la zona, aunque afirmaron que siguen monitoreando la situación por si es necesario ordenar evacuaciones.

El volcán Kilauea está activo desde hace 31 años, pero la más reciente erupción comenzó en junio.