SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Para denunciar la situación en que viven 113 millones de personas en Latinoamérica dentro de asentamientos informales, privados de sus derechos fundamentales, de acuerdo a cifras oficiales de ONU-Hábitat, la organización TECHO anunció su participación en la iniciativa organizada por ONU Hábitat “Voices from slums” (Voces de los asentamientos), a celebrarse a partir del seis de octubre.

“Desde TECHO vemos que los asentamientos son la cara visible del crecimiento desigual de nuestra región y un núcleo de vulneración de derechos. Son la alarma y la ilustración de que nuestros índices de desarrollo no representan a toda la población”, indicó Agustín Algorta, director social de TECHO en Latinoamérica.

La entidad sin fines de lucro, busca a su vez visibilizar a los asentamientos como espacios de vulneración dentro de las ciudades, de cara hacia el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora el 17 de octubre próximo.

La organización, que trabaja hace cinco años en estos espacios, también persigue destacar el trabajo y la determinación de muchos de sus pobladores para superar esta situación.

“Así como vemos que existe esta vulneración constante y hemos conocido que muchos de nuestros ciudadanos no alcanzan a  formar parte de la ciudad, conocemos de la responsabilidad que miles de ellos están asumiendo un rol activo dentro de sus comunidades para alcanzar su pleno desarrollo”, agregó Algorta.

“Creemos que el riesgo constante que enfrenta parte de nuestra población no debe ser olvidado e invitamos a sumar nuestra voluntad y trabajo como ciudadanos para aportar en su solución”, explicó el director social de la organización.

TECHO resaltó el caso de Juana Pérez (Mella), quien con 41 años es Madre soltera de dos niños y se dedica a labores domesticas, la misma se vio en la necesidad de abandonar el hogar que había forjado junto a su ex esposo por motivos de violencia familiar, decidió que su vida y la salud emocional de sus hijos eran más importantes y regreso cerca de su familia materna donde le prestaron una casucha compuesta por zinc en muy mal estado y un piso de cemento bastante deteriorado.

Señaló que a pesar de todos los inconvenientes que acarrea ser una madre soltera con un sueldo mínimo y sin ninguna ayuda adicional, fue uno de los principales referentes a la llegada de TECHO a la comunidad de Los Quemados en Paya, Baní, siendo una líder auténtica que movilizó la comunidad para que unieran fuerzas junto a la organización y así trabajar por el mejoramiento de su comunidad.

“Nunca se sintió ofendida por no ser una de las primeras familias en recibir una vivienda de emergencia. Sin embargo al momento de que su familia junto a voluntarios de TECHO construyeran la suya, se decidió convertirla en un hogar para ella y sus hijos”, destacó TECHO.

Subrayó que desde su experiencia, más de 450 comunidades se organizan constantemente para trabajar en proyectos que van desde infraestructura comunitaria, apoyo en educación, formación en oficios, emprendimientos; hasta el trabajo para garantizar el acceso a servicios básicos como agua, luz y saneamiento.