Moscú, 19 sep (EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi se han metido en un buen lío por el descorche en su presencia de una botella de Jerez de 1775 durante su reciente visita a la anexionada Crimea.
La Fiscalía crimea adscrita a Kiev, que se trasladó a territorio de Ucrania tras la anexión rusa de la península en marzo de 2014, incoó un proceso penal por apropiación indebida de propiedad estatal, según informa la prensa rusa y ucraniana.
"Los daños ascienden a más de dos millones de grivnas" (más de 80.000 euros), afirmó Nazar Jolodnitski, fiscal adjunto de Crimea, a a medios ucranianos.
El incidente ocurrió la pasada semana cuando el líder ruso y el exmandatario italiano, a los que les une una estrecha amistad, visitaron las famosas bodegas Massandra, que acogen la mayor colección de vino del mundo.
Según diversas estimaciones, las botellas, dos de las cuales fueron vendidas en sendas subastas en la casa Sotheby’s en 1990 y 2001, se valoran actualmente en hasta 150.000 dólares
Al parecer, fue la propia directora de la bodega, Yanina Pavlenko, quien descorchó la botella y se la dio a probar a los insignes visitantes.
Las imágenes de televisión muestran incluso cómo Berlusconi coge una de las botellas y le pregunta a la directora si puede probar su contenido, a lo que ésta responde afirmativamente.
Con todo, se desconoce si Putin y Berlusconi llegaron a probar el vino de Jerez de la Frontera, del que sólo quedaban cinco botellas de la cosecha de 1775 y que fueron traídas de España por el propio fundador de Massandra, el conde Mijaíl Vorontsov.
En las imágenes ofrecidas por las agencias rusas se puede ver un cartel con el nombre en cirílico de Jerez de la Frontera sobre varias botella cubiertas por polvo y telarañas.
Tras la visita a la bodega, ambas personalidades se fotografiaron con la plantilla de la fábrica, tras lo que prosiguieron su paseo turístico por la península como si tal cosa, sin sospechar el escándalo que se les avecinaba.
Según diversas estimaciones, las botellas, dos de las cuales fueron vendidas en sendas subastas en la casa Sotheby’s en 1990 y 2001, se valoran actualmente en hasta 150.000 dólares.
Ucrania, que ya acusó a Pavlenko de traición por votar a favor de la anexión rusa del territorio en referéndum, es ahora acusada de apropiarse de una botella de vino que es considerada legado cultural de Ucrania.
Cuando la bodega era administrada por las autoridades ucranianas, para abrir una botella era necesario un decreto del mismísimo presidente.
La bodega Massandra, que se encuentra en la costa sur de Crimea, fue incluida en 1998 en el Libro Guinness de los Récords por acoger la mayor colección de vino del mundo con más de medio millón de botellas.
Seguidamente, Ucrania declaró a Berlusconi, que siempre apoyó la anexión de la península, persona no grata por un plazo de tres años por visitar sin autorización el territorio, que según Kiev es ocupado por las tropas rusas.EFE