Con el objetivo de ofrecer ayuda a la comunidad en la gestión del diagnóstico y tratamiento de niños, el Proyecto Esperanza presentó la Fundación María Laura.
La fundación surge por María Laura, una niña cuyos padres lucharon por casi once años por obtener el diagnóstico de su afección, pasando por múltiples dificultades. “La niña, aunque nunca habló, ni se sentó, ni caminó, no le faltaron los medios para que su calidad de vida, a pesar de su condición, fuera la mejor posible”.
Sor Angelina Lebrón, religiosa española radicada por más de treinta años en el país y fundadora del Proyecto Esperanza, que es una escuelita instalada en un sector vulnerable de San Pedro de Macorís, viendo los esfuerzos de estos padres pensó que era justo que otros tuvieran esa misma motivación de hacer hasta lo imposible por sus hijos con alguna condición y que éstos pudieran tener acceso a una vida más digna.
Fue así como Jennifer y César Concepción, junto con amigos de su comunidad, luego de que su hija fuera llamada a los brazos de Dios, iniciaron los pasos para hacer realidad ese deseo de Sor Angelina y darle forma a lo que hoy es Fundación María Laura del proyecto Esperanza.
“Lo más importante en este proceso y lo justo es que un papá siempre pueda decir, no importa cuál sea el resultado, ‘lo hice todo’”, dijo Jennifer Ramos.
Próximamente, la entidad hará su lanzamiento formal e iniciará una campaña de recaudación de fondos, para poder concienciar a esos padres de niños que no hablan, no caminan o no aprenden, a encontrar la vía de conocer su condición y poder orientarlos en la importancia del seguimiento y tratamiento.