SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La inesperada muerte del director, maestro y actor teatral Enrique Chao, ha enlutecido la escena nacional.
Chao falleció esta madrugada por un infarto cardiaco, luego que al llegar a su apartamento en la Avenida Italia, sintió un agudo dolor en el pecho. Llamó al taxista de su cercanía (quien le había dejado allí tres minutos antes) para que retornara y le llevara a la Clínica Independencia, a unos minutos de su residencia.
Al llegar y ser acostado en la camilla de emergencia, expiro. No hubo oportunidad de asistirle.
Sus restos están en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para los estudios de lugar, antes de ser trasladados Capillas La Paz, de Funeraria Blandino, donde serán expuestos a partir de las primeras horas de la tarde. Su enterramiento está tentativamente fijado para mañana martes a las 10:00 am.
Chao debutó como director en el año 1984 en la sala Ravelo del Teatro Nacional con la obra “Tócamelo suave” después de tener una amplia trayectoria como actor en Santo Domingo que comenzó en diciembre del 1981.
La primera noticia sobre su deceso fue publicada por un tuit del empresario artístico Luis Medrano.
José Roberto Díaz, a quien le debe a Enrique Chao, indicó que el dolor que les embarga por esta muerte, no es describible.
Díaz dijo: “Fue como padre y hermano para mí. Mis 20 años de carrera tienen un responsable: Enrique Chao. Él me descubrió como talento y me condujo por estos caminos. No lo olvidaré nunca. Le debo quien soy”.
Giovanni Cruz
El director teatral Giovanni Cruz, ha escrito:
“Murió. Es cierta la noticia. Aunque quisiera no podría negarlo. Lo que si rechazo es que lo hizo solo. ¡No! Imposible aceptar que ese colega estaba rodeado de soledades en el momento en que su corazón decidió "hacerle una trastada". ¡No! ¿Y qué soledad sirve para despedir a un artista? ¿Cuál tiene tanta dimensión? ¿Cuál? ¡Ninguna! No crean a nadie que le diga que se marchó estando solo, que se alejó estando solo. ¡No! ¡Digan que este artista, atrincherado, lo está negando! Él se fue a regiones oscuras y desconocidas realmente acompañado. Miles estábamos ahí… acompañándolo. Miles estábamos ahí… aplaudiéndolo. Eso sí… miles ahora estamos aquí… llorándolo.
¡Nos encontraremos algún día… querido Chao!”