SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Hotel Boutique de lujo Casas del XVI puso en operación una nueva casa en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Se trata de la Casa Macorís, la cual se suma a la Casa del Árbol y la Casa de los Mapas, aportando 3 nuevas habitaciones a este complejo hotelero multi emplazamientos.

La Casa Macorís está situada en uno de los entornos más encantadores de la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Debe su nombre a la calle peatonal donde se encuentra y hace esquina con la arbolada Calle Arzobispo Portes. En la época colonial pertenecía a los terrenos del Convento de los Dominicos, a sólo unos cuantos pasos de su puerta.

El comedor de la Casa Macorís

Ignacio Peñalver, Gerente del Hotel, explicó que esta casa cuenta con características  interiores únicas, la cual fue decorada por la arquitecta Patricia Reid, con tres habitaciones totalmente diferentes una de la otra, con dos patios interiores, en uno de los cuales se encuentra una pequeña piscina para los huéspedes.

Al Igual que la Casa del Árbol y la Casa de los Mapas, la Casa Macorís cuenta con mayordomo y cocinero exclusivos para los huéspedes de la misma así como un servicio personalizado, propio de un Hotel Boutique de Lujo cinco estrellas como lo es Casas del XVI.

Sobre Casas del XVI:

Casas del XVI es un conjunto de casas convertidas en hotel compuesto por 20 propiedades, 3 de ellas actualmente operando, en su mayoría de la era colonial, y algunas con más de 4 siglos de antigüedad y con gran valor histórico y arquitectónico. El Hotel es operado por Prohotel International con la certificación de Small Luxury Hotels of the World y cuenta con la administración de Terra RD Partners, un gestor afiliado de VICINI..

Sobre la Casa Macorís:

Al cruzar el umbral de la residencia, el caminante se siente inmediatamente bienvenido, acogido por el frescor del interior, que se debe tanto a los gruesos muros y patio interior típicos de la zona y diseñados para proteger del calor de las calles, como a los espacios concebidos para el disfrute y relajación.

Una de las tres habitaciones

Las paredes en azules grisáceos, complementadas por altas y anchas puertas blancas, reflejan el cromatismo del piso de azulejos  en tonos similares. Piezas en colores pálidos, estanterías grises, son puestas en relieve por el contraste de color y de estilo de dos butacas fucsia, y un gran escritorio diseño de los años treinta, en madera de cerezo aun con su brillo original. Grandes tallas en madera instaladas en las paredes también sirven de tema de conversación en el espacio reservado para el área de recepción.

El comedor es íntimo, aunque con espacio para un gran grupo de comensales alrededor de una mesa redonda. Sobre las paredes, una colección de grabados en blanco y negro del siglo XVII.

La terraza techada con mesa francesa acompañada por amplias butacas en mimbre tropicales, crean un espacio tanto para tomar una limonada en las tardes de primavera, como para almorzar a la sombra mirando el reflejo del agua de la piscina rodeada entre helechos y coralina.

Cada habitación tiene su personalidad única, aunque unidos por el mismo espíritu de la casa. Camas de 4 postes reinan en ellas, recordando la majestuosidad de una época, pero en diseños y materiales con tónica contemporánea. Los baños son de líneas modernas, diseñados con todos los conforts de un hotel  de óptima categoría.

La nueva integrante de Casas del XVI es una joya por descubrir, dotada de reflejos históricos, protegida a la sombra y muro original del Convento, y al mismo tiempo con una elegancia atemporal adaptada a nuestra época.

El patio

Kai Schoenhals y Leonel Melo
Leonel Melo y Manuel Luna, comparten el día de la apertura de la Casa Macorís