Dublín, 19 may (EFE).- Un tribunal norirlandés halló hoy culpable de un delito de discriminación a una familia cristiana propietaria de una pastelería que se negó a confeccionar una tarta que debía llevar la imagen de los famosos "teleñecos" Epi y Blas y un eslogan a favor del matrimonio entre homosexuales.
La demanda contra "Ashers Bakery", un negocio familiar con años de experiencia en Belfast, había sido presentada por la Comisión de Igualdad de Irlanda del Norte (NIEC) en nombre del activista gay Gareth Lee.
Lee entró en mayo de 2014 en la citada pastelería y pidió que su tarta llevara la imagen de los conocidos muñecos del programa infantil "Barrio Sésamo" y el mensaje escrito "Apoya el Matrimonio Gay", solicitud que fue rechazada alegando motivos religiosos.
Brownlie reconoció que los dueños de "Ashers Bakery" tienen creencias religiosas "genuinas y profundamente arraigadas", pero insistió en que "no pueden estar por encima de la ley"
En su sentencia, las juez instructora, Isobel Brownlie, afirmó hoy que "Ashers Bakery" no es un grupo religioso, sino una empresa "que conduce su negocio con el objetivo de obtener beneficios", y por lo tanto concluyó que había cometido un delito de discriminación al negarse a cumplir el pedido del cliente por razones de conciencia.
"Los acusados han discriminado ilegalmente al demandante recurriendo a la discriminación sexual. Esto es discriminación directa que no tiene justificación alguna", subrayó la magistrada.
Brownlie reconoció que los dueños de "Ashers Bakery" tienen creencias religiosas "genuinas y profundamente arraigadas", pero insistió en que "no pueden estar por encima de la ley".
El Gobierno autónomo norirlandés, de poder compartido entre católicos y protestantes, introdujo en 2005 la ley de Asociación Civil para personas del mismo sexo, la cual concede a esas parejas los mismos derechos y responsabilidades que a los matrimonios heterosexuales.
No obstante, a diferencia de la legislación en Inglaterra o Gales, estas uniones no llevan el nombre de "matrimonio homosexual" en Irlanda del Norte. EFE