SANTO DOMINGO, República Dominicana.- No bien se ingresa a la antesala, se pierde en la memoria el recuerdo de que se encuentra en pleno corazón de la ciudad. La tranquilidad en la casa solo compite con la sonrisa afable y amabilidades de la persona encargada de recibir a los visitantes, quien se aparta de su escritorio con diseño colonial, para extender una atención fraternal que hace sentir que se ha regresado a casa, tras muchos años de ausencia.
Con una inversión de 800 millones de pesos, el hotel boutique cinco estrellas “Casas del XVI”, de la empresa Solara, perteneciente al Grupo Vicini, es un concepto innovador, único en su tipo en República Dominicana, el cual combina el valor histórico de las propiedades con lo exótico, lo íntimo y el lujo.
El proyecto prevé la creación de 20 propiedades coloniales tres clúster ubicados al sur, al norte y al centro de la Ciudad Colonial, operado por Prohotel Internacional y HMS, bajo los estándares de Small Luxury Hotels of the World. La primera etapa consiste en siete habitaciones: cuatro en la Casa del Árbol y tres en la Casa de los Mapas. Al finalizar la primera etapa, el proyecto tendrá en operación 17 habitaciones. Creará 1,000 empleos directos, 1,500 indirectos y en su fase final 500.
La Casa del Árbol, de Casas del XVI da la bienvenida a sus entrañas. El sabor y la nostalgia de antaño, mezclado con las comodidades de los últimos dos siglos (aire acondicionado en las habitaciones, televisor de alta definición, Internet inalámbrico), otorgan a quien busque un espacio de relajación en el que se sienta alejado del bullicio de la capital, sin salir de la capital.
Ubicada en la calle Padre Billini, esquina 19 de Marzo, en la Ciudad Colonial, el hotel Casa del Árbol, guarda tras su fachada minimalista (pintura blanca, con letras y puerta teñidas de negro que lo identifican), un diminuto universo, repleto de maravillas lujosas que deslumbran a nuevos clientes, como a visitantes habituales.
Las salas de reposo constituyen lugares acogedores, con terminación de primera, los cuales invitan al descanso.
Más allá de una planta que se desborda sobre una mesa redonda en medio del recibidor, se abre una puerta que lleva hasta el patio interior, que funge de cenador, retomando la sencillez, sin perder la belleza ni la elegancia.
Bordeando el patio, se encuentran las cuatro habitaciones que posee el hotel, siendo la exclusividad uno de sus mayores atributos.
El diseño señorial de cada alcoba, supera las expectativas de cualquier visitante, quien obtiene no sólo el confort que da una estadía de primera (servicio de mayordomía, caja fuerte, artículos Premium para el cuidado personal), sino que puede disfrutar de una habitación espaciosa, con una decoración donde prima el color blanco, complementado con muebles de estilo colonial, ventanas balconadas y adornos de lujo, todo para maximizar la experiencia de la estadía.