José Rafael Sosa/Especial para Acento.com.do

CANNES. El Festival de Cine  más prestigioso del mundo debe  su prestigio a cuatro razones: la calidad de su selección de filmes, el prestigio de su jurado, la concurrencia, de las principales luminarias…y el engrasado operativo  de seguridad que se mueve en varios niveles para  prevenir desde incidentes del orden hasta tragedias, que por suerte nunca se han producido aquí.

La famosa alfombra roja, tiene a los lados unas escalinatas  grises en madera con cuatro niveles para ser usados por los fotógrafos acreditados a la zona, rigurosamente seleccionados de entre los medios más importantes y que tienen asignado un número en el piso de esas escalinatas  para que cada cual este sobre esa indicación y no en ninguna otra, ni pueden cambiarse de lugar.

La alfombra roja no es ninguna  alfombra. Es  tela de fieltro  que se fija con cinta pegante amarilla de doble cara y que sólo dura varias pasarelas. Es fieltro porque ofrece una superficie más lisa y amigable para el desplazamiento.

La seguridad

La  seguridad  es una de las plataformas en que se apoya el festival.

La seguridad, aun cuando no sale en los titulares, juega un papel fundamental para el buen desarrollo del festival y  actúa bajo un protocolo estricto, utilizando tecnología de punta.

En cada acceso a las instalaciones, se verifica el código de barras , se revisan los bultos, se pasa un detector manual de metales, aparte de dos verificaciones más de la identidad de quien entra

El sistema de seguridad funciona en base a un esquema detallado y estricto de alta efectividad, por lo que el número de incidentes violentos o graves es casi cero.

Operan al menos tres organismos de seguridad: el propio del Palais, sede del evento,  el que  se contrata y la de la Ciudad, por medio de agentes de su Policía y que opera a nivel uniformado para el manejo del tránsito y el orden  y en inteligencia, sin uniformes en labores de detección y prevención de peligros.

La seguridad en el Festival del Cine  tiene cuando menos tres controles en cada entrada,   destinados a  impedir  que nadie pueda entrar  un arma de fuego o un explosivo.

El primer chequeo rastrea el código de barras de las acreditaciones, verificando que se está autorizado a entrar, luego hay un registro físico y de detección de metales y finalmente una revisión de bultos y carteras.

La seguridad en la alfombra es rígida. No se permite  que las estrellas  se detengan  para posar más de un minuto. Hay cuando menos cuatro agentes de seguridad y protocolo que les invitan amablemente a continuar la marcha. La entrada a la alfombra está controlada a fin de evitar el paso de personas no autorizadas. La seguridad tiene la lista de los elencos y directores que pueden acceder. Se toma en cuenta que es la pasarela más vista del mundo.

No se puede entrar con cámaras fotográficas a las funciones de cine para lo cual se revisa a quienes entran y si tienen cámaras, se les pide que las dejen en un departamento que le entrega un boleto para retirarlas al final de la función, lo que se hace , para evitar que se tomen fotos de las escenas de las películas o que incluso se puedan grabar escenas en videos…pero a nadie le impiden entrar con su Smarphne, que tienen cámaras de video y fotos, lo que implica el mismo riesgo.

Plataforma de denuncias

En Cannes hay un espectáculo alternativo gratis y diverso que se verifica en torno a sus inmediaciones. Hay gente que acude a protestar por causas sociales o por determinadas causas políticas y sociales (en especial de protección de los animales. Hay grupos contratados para disfrazarse y promover determinadas películas.

La parte más activa del Festival de Cine no son las proyecciones de las películas en competencia o invitadas: es el mercado del cine, creado en 1959, lo que le dio una dimensión industrial y profesional al evento y que moviliza más de 15 mil  compradores y vendedores, generando un movimiento de  millones de euros en transacciones.

En las funciones del Festival  se puede comer, incluyendo los productos de consumo infaltables ante la gran pantalla: palomitas y refresco.

Las acreditaciones

Los periodistas  reciben un carnet con colores que determinan  su  "calidad" por lo menos en cuanto al acceso a las salas: Azul y Rosa son los primeros en entrar y hacen una fila aparte y más corta.Los de Mercado del Cine tienen fondo negro. Luego hay otros colores (verde, cris, amarillo) que entran posteriormente, para lo cual existe una estructura física de barras que clasifica a en grupos a quienes van a entrar.

Es virtualmente un sistema de castas que no agrada sobre todo a quienes tienen los colores de menos valor.

Los colores se determinan en base al tipo e incidencia de los medios que solicitan acreditación, en base al número y calidad de sus publicaciones respecto de los festivales anteriores.

Para otorgarlas, el festival  privilegia la prensa escrita,  la televisión y los portales oficiales de medios internacionales de gran peso en su marca (agencias de prensa, cadenas televisivas, etc), así como páginas muy acreditadas,  dejando de lado para los colores de menos importancia  a  medios digitales importantes del mundo que muchas veces tienen más lectoría que pequeños diarios nacionales.

El carnet que acredita ante el Festival tiene otras funciones además de garantizar la entrada a las proyecciones de cine: sirve para abrir, mediante un código de barras, un casillero de correo con un número asignado,  se utiliza para tener la clave y usuario de forma que pueda tener una computadora en la sala de periodistas del Festival.

El bomper del Festival, que precede a cada proyección y los ceremoniales oficiales de las producciones más hermosas del mundo.

Los talentos ofrecidos

En el conocimiento de que acude una cantidad enorme de directores y productores, muchos artistas de la escena (cantantes, bailarines, magos) acuden a las inmediaciones ataviados de determinados personajes o vestidos escénicamente para lucir sus habilidades y talentos y tratar de tener suerte de que les observe la persona indicada con el poder para hacerle entrar al mundo de la espectacularidad fílmica.