La Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo juramentó el Bufete Directivo de su Centro de Resolución Alternativa de Controversias (CRC) para el periodo 2021-2023, encabezado por Eduardo Domínguez-Imbert, quien continúa como presidente.

El Bufete Directivo procura continuar las ejecutorias y el plan de trabajo en pro de fortalecer el sistema de resolución de controversias de la República Dominicana, así como el posicionamiento y liderazgo del CRC como organismo administrador de métodos alternos de resolución de conflictos, por más de 30 años, entre los cuales se encuentran el arbitraje, la conciliación y la mediación.

El Bufete Directivo 2021-2023 está conformado por los señores Eduardo Domínguez-Imbert, presidente; Ramón Ortega, vicepresidente; José Zapata, tesorero; Eduardo Muñiz, vicetesorero; y los vocales, José Roig, Mario Lama, Anyarlene Bergés, Karina Elmúdesi, Leonel Melo, Aura Fernández, Rafael Dickson, Marcos Bisonó, Jaime Senior, Laura Medina y Carolina Soto.

El presidente del CRC, Eduardo Domínguez-Imbert señaló que el Centro se encamina a continuar llevando a cabo su visión; ser la alternativa idónea para la solución de controversias de índole comercial, ofreciendo la oportunidad tanto a personas físicas y jurídicas, de manejar un conflicto con la confidencialidad requerida, mediante árbitros conocedores de la materia en disputa y en base a costos predecibles.

Agregó que, la nueva gestión se apresta a trabajar para afianzar su principal función, ser una institución que a nivel nacional ofrece herramientas innovadoras, alternativas de resolución de controversias, reconocida por la administración de procesos reglamentados, confiables, confidenciales y eficientes, para servir a personas y empresas.

Logros del Centro de Resolución de Controversias A pesar de la fatídica pandemia que afectó en todos los ámbitos, durante la gestión 2019-2021, el CRC administró cuarenta y un (41) arbitrajes nuevos sobre conflictos relacionados a diversas materias, tales como conflictos de índole comercial, inmobiliario y construcción, fideicomisos, societarios, de telecomunicaciones, seguros, deportivos, responsabilidad civil, pago de valores, electricidad, arrendamiento de combustibles, y entre concesionistas y concesionarios.

Asimismo, durante el período comprendido entre noviembre 2019 a noviembre 2021, en su función de difundir y promover la capacitación en materia de resolución alternativa de conflictos, el CRC organizó diversas actividades de índole formativo y académico dirigidas particularmente a árbitros, abogados e interesados en profundizar conocimientos técnicos relacionados con el arbitraje comercial e internacional, las cuales contaron con la disertación de expertos nacionales e internacionales.

Acerca del CRC

El Centro de Resolución Alternativa de Controversias (CRC) es un organismo adscrito a la Cámara de Santo Domingo, el cual funge como institución administradora de métodos alternos de solución conflictos comerciales incluidos el arbitraje, la conciliación y la mediación.

El CRC promueve la resolución alternativa de controversias en la República Dominicana, brindando servicios y productos de clase mundial cuyo Bufete Directivo es reconocido por sus altos stándares éticos y dilatada experiencia, compuesto por personalidades de reconocida trayectoria, con una alta competencia profesional dentro de la comunidad empresarial del país.

Conforme a la Ley 50 – 87 sobre Cámaras de Comercio y Producción modificada por la Ley 181– 09, el CRC también puede fungir como institución sede de diferendos internacionales, ya sea porque las partes así lo hayan convenido previamente o como institución delegada en la República Dominicana de organismos internacionales de solución de diferendos.

Dentro de las funciones principales del CRC están, administrar los procedimientos de resolución de controversias sometidos, prestando su asesoramiento y asistencia para el desarrollo de los mismos, así como de revisar las decisiones emanadas de los tribunales arbitrales, a fin de garantizar el cumplimiento de los aspectos formales que rigen su elaboración. Este análisis constituye un elemento clave puesto que garantiza la calidad de los arbitrajes y reduce el riesgo de que éstos sean anulados por tribunales ordinarios.