SANTO DOMINGO, República Dominicana.- 22 de cada 100 dominicanas embarazadas son adolescentes (20 en toda América Latina y 11 a nivel mundial). Las responsabilidades de la maternidad y la paternidad en la adolescencia impiden que nuestros jóvenes lleguen a su vida adulta plena en términos educativos, emocionales y laborales.

“Hemos sido cobardes en abordar este tema con determinación. En algún momento cuestioné frontalmente la situación de la educación sexual en las escuelas del país; en aquel entonces se alegó que la jerarquía de la iglesia católica estaba radicalmente en contra de cualquier enseñanza de educación sexual en los centros educativos. Nada menos cierto”, escribió la vicepresidenta en un artículo en un diario capitalino.

Los curas, insistió Cedeño, “no ignoran la realidad del fenómeno y, por el contrario, están en la disposición de enfrentarlo”.

Reveló que miembros de la jerarquía católica le han asegurado “que lo único a lo que aspiraba la iglesia era a que la educación sexual fuera más educación y menos sexo”.

También, que los prelados pudieran revisar los materiales, opinar sobre ellos y que sus observaciones fueran integradas.

Tenemos que enseñarles algo más

Al respecto, la cónyuge del expresidente Leonel Fernández admitió que “no cabe duda de que el primer mensaje que deben recibir nuestros jóvenes es la abstinencia” y postergar “el primer encuentro sexual”, pero que todos “debemos ser conscientes de que tenemos que enseñarles algo más”.

“Si nuestros jóvenes sienten la necesidad de buscar respuestas a sus problemas en Google, significa que estamos fracasando en nuestro rol como educadores, padres y tutores”, subrayó.

La segunda autoridad del Ejecutivo sostuvo que “los especialistas” coinciden en que “somos la región del mundo más peligrosa para las mujeres y, desafortunadamente, muchas de nuestras políticas educativas ignoran las necesidades de salud reproductiva y el impacto en el futuro de nuestra adolescencia”.

Las inserciones precarias en el mercado laboral y a veces hasta con trastornos emocionales que se traspasan a los hijos forman parte de las secuelas de la paternidad en la adolescencia.

En cuanto a las mujeres, destacó que estas adolescentes se ven obligadas a transformarse en “cuidadoras porque abandonan la escuela, interrumpen otros sueños, excepto los de la maternidad o matrimonio, pero lo hacen a destiempo”.

Mapa del problema

Cedeño entregó recientemente al presidemnte, Danilo Medina, “un mapa” sobre este problema, donde se destaca que el 52% de las madres adolescentes se dedican a quehaceres domésticos o labores de cuidado.

Esto quiere decir que, salvo contadas excepciones, “no logran acceder a mejores puestos de trabajo ni generan ingresos suficientes para mantenerse decentemente”.

En definitiva, remató, “el embarazo adolescente es una amenaza a ambos (padres menores) y es nuestro deber ponerle fin”.