Santo Domingo. Al conmemorarse el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en República Dominicana planteó que para reducir la mortalidad materna en el país es vital mejorar continuamente la calidad de la atención en los centros de salud públicos y privados.
El organismo señaló que, en ese sentido, es clave la adherencia y supervisión del cumplimiento de los protocolos de atención por el personal de salud, así como la orientación a las embarazadas sobre los signos y síntomas de alarma para que puedan decidir buscar ayuda y oportunamente recibir cuidados obstétricos de emergencia.
Destacó además que para reducir la mortalidad materna el fortalecimiento del sistema de salud debe acompañarse con la disponibilidad de personal capacitado, de medicamentos, suministros e insumos (antibióticos, sulfato de magnesio, sangre segura) y de la infraestructura adecuada (quirófanos) en el servicio de salud.
El organismo explicó que para reducir las muertes maternas también es esencial que se eviten los embarazos no planificados o a temprana edad y que para ello es clave garantizar el acceso de las mujeres a información y métodos de planificación familiar
El UNFPA lamentó que la tasa de muertes maternas en República Dominicana, de 109.7 por cada 100 mil nacidos vivos (SINAVE 2012) y que en este año 2016 ya se han registrado 40 casos.
Esta situación se explica en el desafío que representa para el país la calidad de la atención, donde aún persisten grupos de madres sin acceso al parto institucional: 11% de las que no tienen educación, 4% de las residentes de Enriquillo y Cibao Noroeste, 4% de las del quintil más pobre y 2% de las residentes en zonas rurales.
Subrayó que la pobreza y la falta de educación vulneran el acceso de las mujeres a la atención prenatal durante la gestación, a la atención especializada durante el parto y a la atención y apoyo en las primeras semanas posparto. Solo 47% de las mujeres que no tienen educación recibe atención prenatal por parte de un especialista en ginecología u obstetricia, frente al 87.3% de las que tienen educación superior, según la ENDESA 2013. Además, 63% de las del quintil más pobre reciben atención prenatal por parte de un especialista versus el 87% del quintil superior.
El organismo explicó que para reducir las muertes maternas también es esencial que se eviten los embarazos no planificados o a temprana edad y que para ello es clave garantizar el acceso de las mujeres a información y métodos de planificación familiar. La reducción de las muertes evitables maternas es una prioridad política y un desafío para el sistema de salud.