SANTO DOMINGO, República  Dominicana.- La región de América Latina y el Caribe celebra desde 2003, la “Semana de Vacunación de Las Américas”, como una estrategia para promover la equidad y el acceso a la vacunación, y reforzar el programa regular de vacunación para alcanzar a las poblaciones con mayor dificultad de acceso.

Con la celebración de esta iniciativa durante once años consecutivos ha conducido a una ampliación de la acción por la inmunización en el ámbito mundial, convirtiéndose así en la “Semana Mundial de la Inmunización”, que se efectúa entre el 24 al 30 de abril de cada año.

La evidencia científica ha demostrado por décadas el efecto protector y los beneficios que tienen las vacunas para todas las edades, y especialmente para prevenir enfermedades mortales a través de los primeros años de vida. Muchas de las afecciones prevenibles por vacunación, que antes ocupaban las primeras causas de muerte infantil en la región, tales como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénito han pasado a ser historia porque con la inoculación se ha podido interrumpir la circulación de los virus que las causan.

Por esta conmemoración de la “Semana Mundial de la Inmunización 2021”, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) posiciona la “Agenda de Inmunización 2030”, la cual establece una visión y una estrategia mundiales, ambiciosas y globales para las vacunas y la inmunización durante el decenio 2021-2030, basada en las enseñanzas extraídas, reconocimiento de los problemas persistentes e inéditos que plantean las enfermedades infecciosas y aprovecha las nuevas oportunidades para afrontarlos a fin de maximizar el impacto de las vacunas en salvar vidas.

El Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de República Dominicana, cuenta con un personal experimentado y comprometido en no dejar a nadie sin vacunar, y que a través de los años ha ido fortaleciéndose y evolucionando en consonancia con los avances en medicina.

Durante los primeros meses de la incidencia por la pandemia de la COVID-19 en el país, bien por el cierre de algunos servicios o porque las familias no han llevado a sus hijos para ponerles las vacunas correspondientes, hubo una importante reducción del servicio de vacunación comparado con el año 2019, que en algunos casos se ha prolongado.

Debido a esta situación sanitaria ha disminuido el número de niñas y niños vacunados, y ahora se están observando apariciones de brotes de enfermedades, como la difteria, que antes de 2021, se encontraban totalmente controladas. Por ello, el PAI ha reforzado los puestos de vacunación para que este servicio esencial para la vida no sufra más interrupciones.