Todos nos hemos percatado de la proliferación en el país de los denominados "centros de uñas", en los cuales se prestan servicios de manicura y pedicura centenares, o quizás miles,  de mujeres. De entrada, las  condiciones de trabajo en estos negocios, dada la informalidad en que desarrollan sus actividades, son precarias en cuanto a lo que tiene que ver con las condiciones de seguridad y salud en el trabajo.

 El año pasado leímos la publicación que hiciera el periódico The New York Time de una investigación que hiciera sobre las condiciones laborales de las trabajadoras de los salones de uñas en EE. Uu y enfocando al estado de Nueva York, como "La capital mundial de los salones de uñas". Lo que retrata la investigación dio lugar a que las autoridades estatales de Nueva York llevaran a cabo la primera y más grande inspección de salones de uñas de la historia.

Como resultado de las deplorables condiciones laborales evidenciadas en la referida inspección, las autoridades elaboraron unas Normas sumamente estrictas para la apertura de salones de uñas y para la práctica de la manicura.

También está disponible una Guía para Manicuristas y Pedicuristas elaborada por la Administración de Seguridad y Salud de los EE. UU. (OSHA) que titula: "Proteja su salud y seguridad al prestar servicios de manicura y pedicura".

Las trabajadoras de manicura y pedicura se ven expuestas a sustancias químicas que pueden afectar su salud provocándole desde simples lesiones de la piel hasta cáncer.

Esas sustancias pueden penetrar al cuerpo de las manicuristas al respirar vapor, polvo o neblina del producto; al entrar en contacto con la piel o los ojos y ingerido por comer, beber o fumar sin protección.

  Las trabajadoras de manicura y pedicura deben saber que es de rigor limpiar y desinfectar adecuadamente el equipo de trabajo después de ser utilizado en cada cliente. No tenemos ninguna seguridad de que esta medida de seguridad se lleve a cabo de manera estricta

La guía de la OSHA establece que los productos químicos no afectan a todas las personas por igual, sino que dependerá de la cantidad, tiempo de exposición y ventilación del local inadecuada. De manera que si una manicuristas utiliza un producto potencialmente tóxico todos los días se afectaría más que la que lo utilice cada cierto tiempo.

Entre las sustancias químicas posiblemente peligrosas, productos que las contienen y sus efectos, se encuentran:

Acetona: quitaesmalte de uñas que puede producir dolores de cabeza, mareos e irritación de ojos, piel y garganta.

Acetonitrilo: es un disolvente de adhesivos para uñas cuyos efectos sobre la salud de las manicuristas incluyen irritación de la nariz y garganta, dificultades respiratorias, náusea, vómitos, debilidad y cansancio.

Acetato de butilo: presenta en esmalte y quitaesmalte de uñas que puede producir dolores de cabeza e irritación de ojos, nariz, boca y garganta.

   Otras sustancias que provocan síntomas similares al anterior son: ftalato de dibutilo, acetato de isopropilo, etcétera.

Formaldehido: esmalte y endurecedor de uñas de uñas que presenta entre su efectos dañinos potenciales la dificultad respiratoria (tos, crisis de asma, reacciones alérgicas; irritación de ojos, piel y garganta, pudiendo llegar a causar cáncer.

Tolueno: se encuentra en esmaltes y adhesivos de uñas que entre otros síntomas podría provocar lesiones de hígado, riñones y daño al feto.

  Se recomienda que tanto los empleadores como las trabajadoras de "centros de uñas" verifiquen en el etiquetado de los envases de los productos, las sustancias que contienen y sus posibles daños a la salud, así como también, seleccionar productos que contengan el mínimo de sustancias peligrosas (tolueno, formaldehido y ftalato de dibutilo, principalmente).

  Otra medida preventiva recomendada es la ventilación del salón abriendo puertas y ventanas para que entre aire fresco o mantener aire acondicionado o ventiladores y extractores funcionando adecuadamente.

  Una buena medida preventiva para evitar la exposición a sustancias químicas peligrosas es tapar bien los envases después de usarlos y disponer los desechos en basureros de metal con tapas automáticas.

  Es de importancia disponer adecuadamente de los sobrantes de los productos y no verterlos en el lavamanos, el inodoro o el suelo.

  Otras medidas a tomar son: lavarse las manos antes de comer, beber o fumar; tomar aire puro y alejarse de los productos cuando sea posible; nunca comer o beber en el área de trabajo; evitar el contacto del producto con la piel y los ojos usando gafas, máscaras, guantes y batas adecuados para ese trabajo.

  Pero no podemos dejar de mencionar los trastornos osteomioarticulares que afectan a las manicuristas por posturas incorrectas, mesas y sillas de trabajo inadecuadas, largas jornadas de trabajo, movimientos repetitivos (limado y pulido de uñas), etcétera.

  Para minimizar los trastornos ergonómico antes mencionados la Guía OSHA recomienda: uso de sillas ajustables y de reposapies, espacio suficiente en la estación de trabajo, iluminación adecuada, mantener la espalda recta, uso de cojines para apoyar manos, muñecas, codo y brazos; tomar los períodos de descanso y hacer ejercicios de relajación.

A otro peligrosos a que se exponen las manicuristas y pedicuristas es la exposición a bacterias, hongos y virus (hepatitis B, hepatitis C, VIH, hongos de uñas y pies, entre otros). Por lo tanto, debe evitarse el contacto con sangre o fluidos corporales utilizando los equipos de protección personal arriba señalados (guantes, gafas, etc.) y la aplicación de la vacuna contra la hepatitis B.

  Las trabajadoras de manicura y pedicura deben saber que es de rigor limpiar y desinfectar adecuadamente el equipo de trabajo después de ser utilizado en cada cliente. No tenemos ninguna seguridad de que esta medida de seguridad se lleve a cabo de manera estricta

  Finalmente, cuando alguna trabajadora de un "centro de uñas" sienta algun síntomas que lo relacione con los productos que utiliza en su trabajo habitual, debe notificárselo a su empleador y visitar al médico.