La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que determinará si la nueva variante del coronavirus descubierta en Sudáfrica, con un alto número de mutaciones, es clasificada como variante de riesgo, aunque aclaró que se tardará semanas en conocer el verdadero impacto de ésta.
"Los análisis preliminares muestran que la variante tiene un gran número de mutaciones que requerirán nuevos estudios, y nos tomará unas semanas entender su impacto", señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS Christian Lindmeier, minutos antes de que comience la reunión de expertos.
El encuentro del Grupo Asesor de Expertos en la Evolución de Virus, que se organiza desde Ginebra aunque algunos de los participantes se conectarán virtualmente, analiza junto a colegas sudafricanos los últimos datos que se tienen de la variante, identificada por primera vez el pasado 11 de noviembre.
Pese a los pocos días transcurridos, se han encontrado ya una treintena de mutaciones de la variante en lugares como la propia Sudáfrica, Botsuana o Hong Kong (China), lo que ha generado preocupación y la reimposición de restricciones en algunos países europeos a los viajeros procedentes del sur de África.
Lindmeier no quiso comentar si estas restricciones son o no apresuradas, y se limitó a pedir a los gobiernos que adopten "un enfoque científico" en la prevención de riesgos, tomando como base las recomendaciones del Comité de Emergencia de la propia OMS.
El portavoz añadió que por ahora, ante la emergencia de ésta y otras eventuales variantes, siguen siendo válidas las medidas de prevención individual aconsejadas desde el año pasado, incluyendo el uso de mascarilla, evitar grandes concentraciones de personas o la higiene de manos.
, aunque hay otras variantes a las que también hace especial seguimiento.
Hasta ahora, la variante delta, primero detectada en la India, es la predominante en casi todo el planeta, y según los análisis de laboratorio ya está presente en más del 99 % de los nuevos casos actuales.