SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando Juana hacia el papeleo médico para realizarse su segunda cesárea, pidió a su doctor que la ‘’preparara’’ para no tener más hijos, sin embargo su petición le fue negada porque su pareja no se encontraba presente para autorizar esa cirugía por escrito.
Sorprendida con la información, Juana no supo qué decir o qué hacer, pues era un tema que había consultado con su pareja y no sabía que él debía firmar un documento autorizando que a su esposa se le practique una cirugía de amarre de trompas para evitar un embarazo a futuro.
Así como Juana, una mujer de 28 años de edad, desempleada y proveniente de un barrio vulnerable de esta capital, existen muchas mujeres, las cuales se ven en la posición de no procrear más hijos por su situación económica y social.
Aquí preocupan dos aspectos, que son, en primer lugar, el hecho de que el derecho reproductivo de una mujer dependa de su pareja y segundo. la cantidad de mujeres jóvenes queriendo optar por ese tipo de cirugía, aún existiendo otros métodos.
Ante esta denuncia que ella hiciera llegar a este medio, y que por motivos de confidencialidad no se expone su verdadera identidad, Acento decidió ponerse en contacto con algunos ginecólogos y obstetras, para que pudieran explicar por qué se requiere el ‘’permiso firmado’’ de la pareja ante una operación de ligadura de trompas (preparación), y a la vez que pudieran exponer la realidad de dicho proceso en República Dominicana.
‘’Todo proceso quirúrgico antes, desde que es planteado, debe llegar a un consentimiento, informando con presencia de testigos que la paciente asigna de manera voluntaria’’, así lo explica el Dr. César Artiles López Núñez, miembro de la junta directiva de la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología.
De acuerdo con la gineco obstetra Lilliam Fondeur, si bien es cierto que existe un papeleo al momento de una cirugía, el ‘’pedirle permiso’’ a la pareja de una mujer para que esta pueda ser esterilizada o no es un tema un tanto cultural, ya que no existe una ley que interponga esta medida y a la vez no se puede ignorar el hecho de que la propia mujer posee total autonomía de su cuerpo.
En República Dominicana no existe una ley explícita sobre los derechos sexuales y reproductivos de las personas, pero, sí se reconoce el acceso a los servicios de la salud sexual y reproductiva, a información y servicios para estos fines, en especial sobre tener o no hijos, cuándo y cómo tenerlos.
En el Reglamento Técnico para la Atención Integral en Salud Sexual y Salud Reproductiva se plantea el derecho reproductivo como un derecho básico de todas las parejas e individuos para decidir libremente el número y espaciamiento de hijos y a disponer de información, educación y medios para ello; además incluye el derecho a servicios de salud integrales y oportunos durante el proceso de reproducción.
El mismo documento habla de la inclusión de mecanismos de participación del hombre en temas como la perspectiva de derechos, el disfrute de sexualidad sana tomando en cuenta el tipo de audiencia y fundamentarse en evidencias y rigor científico, pero, no menciona que el hombre debe dar autorización a la hora de proceder quirúrgicamente para evitar que la mujer quede embarazada.
Contrario a la eventualidad y deseo de Juana, se han visto casos de mujeres que luego de atravesar por un proceso de esterilización a corta edad, lamentan haber tomado esa decisión.
En ese sentido, la doctora Fondeur señaló que el proceso de amarre o corte de trompas o comúnmente conocido en la sociedad dominicana cómo ‘’prepararse o esterilizarse’’, es un tema del cual hay que hablar y educar, debido a que en el país existe un festín de mujeres jóvenes optando por esta opción sin conocer las consecuencias que esta acarrea, entre ellos los daños emocionales, los dolores pélvicos, la disminución del deseo sexual y el arrepentimiento.
¿Por qué no recomendar el proceso en mujeres jóvenes?
‘’La edad promedio de las mujeres que se realizan este procedimiento ronda los 27 años de edad. Yo como médico trato de convencer a mis pacientes a no proceder con este tipo de cirugías, en especial cuando son jóvenes, porque es que su pensamiento con relación a tener más hijos puede cambiar en un futuro, y lamentablemente las opciones que existen o son costosas o no son efectivas’’, aseguró Fondeur, quien también es especialista en fertilidad.
Explicó que para revertir los efectos del corte de trompas está lo que se conoce como ‘’recanalización’’, que consiste en volver a unir las trompas de Falopio, sin embargo, la tasa de éxito es muy baja, en cambio deja una alta posibilidad de producirse embarazos ectópicos.
Embarazo ectópico: Ocurre cuando el embarazo se desarrolla fuera del útero, generalmente en las trompas de Falopio.
Asimismo, queda la alternativa de una Fecundación In Vitro, un procedimiento con el que se busca embarazar a la mujer de manera artificial, donde se recolectan óvulos maduros de los ovarios y se les fecunda con espermatozoides en un laboratorio.
La problemática con este método es su costo, el cual oscila entre los 7 mil y 10 mil dólares promedio y no está dentro de la red de cobertura del seguro de salud.
Alternativas
Dentro de las recomendaciones que los profesionales en salud reproductiva hacen a sus jóvenes pacientes, está la de elegir un método anticonceptivo de larga duración, como el dispositivo intrauterino (DIU), puesto que le brinda la seguridad de prevenir un embarazo y al mismo tiempo la mujer cuenta con la opción de embarazarse nueva vez cuando se sienta preparada.
Otro método anticonceptivo es el Implanon, conocido como implantes de tubo, el cual también puede proteger a la mujer de un embarazo no deseado.
También existen las píldoras o pastillas anticonceptivas de uso diario, las inyecciones mensuales, trimensuales y el preservativo.
Además, dice la doctora, el hombre tiene la opción de una vasectomía.
‘’En nuestra sociedad hay una costumbre de creer que muchacho amarra hombre y por eso a veces las mujeres podemos cambiar mucho de opinión, hoy estamos con una pareja y no querer más hijos y luego casarnos con otro hombre y desear procrear con esa persona…insisto en que se debe dejar una puerta abierta, dejar que el cuerpo viva cada una de sus etapas, y esperar a que llegue la menopausia, porque es que la parte emocional se lacera mucho’’, agregó.
Los especialistas sugieren que este procedimiento sea realizado a mujeres de aproximadamente 38 o 40 años, puesto que para esa edad la mujer ya tiene una visión más clara en cuanto a sus deseos reproductivos.
Y aunque para los fines legales, el personal médico necesita un documento firmado por la paciente como prueba de que está de acuerdo con el proceso quirúrgico, el proceso de esterilización se realiza respetando que sea una decisión propia de aquellas mujeres y no de sus parejas.
Sepa más…
Al momento de hacer esta investigación, Acento unió esfuerzos para obtener datos estadísticos acerca de las mujeres que se han sometido a este tipo de cirugías en los últimos dos años, no obstante, la realidad es que el Servicio Nacional de Salud no recoge este tipo de informaciones estadísticas.
Los datos estadísticos fueron solicitados a distintos hospitales maternos de la capital y a la referida institución mencionada anteriormente.
Asimismo, al hacer la solicitud mediante el Portal de Libre Acceso a la Información, este medio recibió la notificación de que el documento estaba listo para entrega y que había sido remitido, hecho que no sucedió, por lo que al dirigirnos a las oficinas de libre acceso a la información de uno de estos centros se nos informó que ‘’como no hay información y ya estaban contra el tiempo de entrega, establecido por la Dirección General de Ética y Transparencia, debieron cerrar la solicitud como procesada, completada y enviada al solicitante, para evitar amonestaciones por parte de la Digeig’’.