San Juan (EFE).- La máxima autoridad de la Iglesia católica en Puerto Rico rechaza que se usen preservativos para prevenir el zika y se ofrezca la opción de abortar a las embarazadas contagiadas, una actitud que ha levantado polémica en la isla por contradecir las directrices de todas las autoridades sanitarias.
El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, ha hecho pública a través de un comunicado su postura sobre ciertas medidas propuestas para contener la propagación del virus del Zika en Puerto Rico, donde se han confirmado 22 contagios.
"Lamentablemente la ONU ha propuesto recientemente la práctica del aborto a mujeres embarazadas que han contraído este virus como una alternativa", señala González Nieves sobre el zika, una enfermedad que en la mayor parte de la población tiene síntomas muy suaves e incluso en ocasiones pasa desapercibida.
Sin embargo, y aunque aún no está probado, se teme que este virus tenga una estrecha relación con el nacimiento de niños con microcefalia y otras patologías graves en bebés nacidos de mujeres que habían contraído el virus durante el embarazo.
"Me permito recordar que el sacrosanto derecho a la vida, que de Dios y sólo de Dios procede, no depende de la salud ni de ningún otro factor", añade el arzobispo puertorriqueño. "El sano no tiene más derecho a vivir que el enfermo. Nada justifica un aborto".
La autoridad católica muestra además su rechazo a las directrices de las autoridades sanitarias locales que instan a la utilización de profilácticos para prevenir el contagio del virus del Zika.
"La enseñanza de la Iglesia sobre el uso de profilácticos es bien conocida. Más bien invito encarecidamente a las personas a que, tanto hoy en día, como en todo momento, practiquen la disciplina personal, que creemos es la única actitud racional y de fe que puede prevenir radicalmente a toda persona, entre otras cosas, de las enfermedades de transmisión sexual", asegura.
En su opinión, el control personal en las relaciones sexuales es el método más seguro para evitar el contagio, tal y como "ha quedado probado en otros casos de emergencia en el campo de la salud pública y la sana organización familiar y social".
El líder religioso señala además que los católicos "tienen el deber de formar sus conciencias de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia" e insta a que en las escuelas y catequesis de la isla se informe sobre cómo controlar el virus.
Otras confesiones religiosas con presencia en Puerto Rico aún no han hecho pública su opinión sobre este asunto, o sobre las declaraciones de González Nieves, conocido por su conservadurismo en asuntos morales.
Quien sí ha reaccionado ha sido la secretaria del Departamento de Salud de la isla, Ana Ríus, quien en una entrevista radiofónica ha dicho que ella es católica pero que "en este sentido tengo que diferir del arzobispo", porque "hay que usar preservativos".
La semana pasada se confirmó el primer caso de una mujer embarazada -en su primer mes de gestación y de entre 25 y 35 años de edad- con el virus del Zika.
Desde que en diciembre se detectó el primer caso de zika en Puerto Rico, varios sectores, en particular el turístico y el sanitario, han emprendido medidas para prevenir el aumento de casos con el objetivo de que la economía local no se vea perjudicada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a principios de mes como medidas preventivas para evitar la transmisión del zika el aumento de la vigilancia de la infección y en el caso de las mujeres en edad fértil y, en particular, las embarazadas, que dispongan de información necesaria para reducir el riesgo.
La organización internacional señala que se debe brindar orientación a las embarazadas que han estado expuestas al virus del Zika y hacer el seguimiento del resultado del embarazo sobre la base de la mejor información disponible. EFE