Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE.UU. y la Fundación Oswaldo Cruz-Fiocruz, vinculada al Ministerio de Sanidad de Brasil, lanzaron hoy un nuevo estudio para evaluar a unas 10.000 mujeres embarazadas en Latinoamérica.
El programa de investigación, llamado "Zika en Infantes y en el Embarazo" (ZIP, por sus siglas en inglés), quiere analizar la magnitud de los riesgos que el virus supone para la salud de las mujeres embarazadas y para el feto, según informaron hoy los NIH, con sede en Bethesda (Maryland), en las afueras de Washington.
Se espera que 10.000 mujeres participen en el estudio, que comenzará en Puerto Rico, continuará en Colombia y Brasil, y se extenderá con posterioridad a otras áreas afectadas por el virus.
El objetivo es, en primer lugar, detectar si las mujeres se infectan del virus del Zika y, si se da el caso, qué consecuencias tiene la enfermedad en la madre y el hijo.
El seguimiento de las mujeres embarazadas, siempre mayores de 15 años, comenzará desde el primer trimestre de embarazo.
Las participantes en la investigación serán monitorizadas durante todo el embarazo y hasta seis semanas después de dar a luz.
Las pruebas incluirán exámenes físicos continuos y análisis mensuales de sangre, orina, saliva y muestras de fluidos vaginales.
En caso de que se considere adecuada la prueba de la amniocentesis, por la cual se extrae una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto, los investigadores también la analizarán.
Las participantes recibirán asimismo formación para detectar las señales del virus del Zika y se les pedirá que notifiquen inmediatamente cualquier síntoma.
El seguimiento de los bebés continuará hasta que tengan un año de edad, incluso si nacen en apariencia sanos.
"El alcance completo del efecto del virus del Zika en el embarazo todavía no se ha determinado completamente", dijo Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades infecciosas (NIAID), que forma parte de los NIH, en un comunicado.
La investigación "promete proporcionar nuevos datos importantes que ayudarán a orientar las respuestas médicas y sanitarias a la epidemia del virus del Zika", añadió Fauci.
Las consecuencias del contagio del zika incluyen malformaciones congénitas, como la más común, la microcefalia, que es una afección por la que la cabeza de los bebés o niños pequeños tiene un tamaño menor al normal y que puede acarrearles problemas de desarrollo.
Otros trastornos neurológicos, como el Síndrome de Guillain-Barré, también han sido asociados al virus del Zika.
La Organización Mundial de la salud (OMS) declaró el pasado 1 de febrero que las enfermedades consecuencia del zika constituían una emergencia sanitaria de alcance internacional, pero descartó incluir como tal el brote en sí mismo, que afecta principalmente a América Latina y al Caribe. EFE