SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La importancia del diagnóstico temprano de la hipoacusia neurosensorial infantil, para tratarla oportunamente, se evidencia en que así se evitarán "alteraciones en el desarrollo lingüístico, intelectual y social del niño, ya que la maduración completa del sistema auditivo se alcanza en las primeras cuarenta semanas de vida", dice la justificación del proyecto de ley.

Esto ha sido comprendido claramente por los legisladores, que han dado un primer paso.

Lo que era “sordera nerviosa”

Hace años, a la hipoacusia neurosensorial se la llamaba “sordera nerviosa”. Ahora se sabe que, en la mayoría de los casos, el problema procede del oído interno y no del nervio auditivo. Sin embargo, se agrupan ambos problemas ya que el oído interno y el nervio auditivo están conectados y tienen que trabajar juntos.

Esta es otra razón por la que se debe tratar inmediatamente la hipoacusia: los componentes neurales ‘del final’ del sistema auditivo necesitan la aportación de los componentes sensoriales ‘del principio’ para poder crecer y permanecer sanos.

Las causas de la hipoacusia neurosensorial son diversas, pero pueden ser clasificadas en congénita y adquirida.

Congénita y adquirida

La congénita está presente desde el nacimiento y constituye el problema más frecuente en bebés recién nacidos. Puede ser heredada o estar causada por un desarrollo anormal en las etapas de gestación del feto. La rubeola padecida por la madre era una causa común de hipoacusia congénita hasta que se desarrolló la vacuna contra esa enfermedad,

La hipoacusia adquirida, que sucede después del nacimiento, pudo ser provocada, entre otras causas, por algún traumatismo, por la exposición a ruidos ensordecedores, a la meningitis, por algún medicamento que ataca un gran mal y a la vez daña el oído, o simplemente por la presbiacusia (pérdida de audición a medida que se envejece).

Si se padece en ambos oídos, la hipoacusia neurosensorial implicará dificultades para entender el habla, incluso cuando suena lo suficientemente alta. En un solo oído, puede que se tenga problemas para localizar de dónde provienen los sonidos o para oír con ruido de fondo.

Secuelas de la falta de tratamiento temprano

La ausencia de tratamiento temprano puede generar problemas que hasta hace poco no se tenían en cuenta, dando por hecho que la hipoacusia no interfería de forma importante en la vida de los niños.

Sin embargo, se sabe que la hipoacusia unilateral o asimétrica dificulta el reconocimiento del habla alterando el desarrollo del lenguaje, el rendimiento académico y la interacción social. Además pueden dar lugar a una reorganización de la vía auditiva a nivel cerebral.

Para evitar y/o paliar consecuencias no deseadas en el desarrollo del niño, su conducta y sus relaciones personales y, particularmente, sobre su calidad de vida (bienestar emocional, bienestar físico e inclusión social), se ha recomendado incorporar la hipoacusia unilateral o asimétrica a los protocolos habituales de manejo de las pérdidas auditivas.

Además, hacer el estudio etiológico correspondiente para orientar el tratamiento más adecuado en cada caso, mantener una actitud activa y de asesoramiento a los padres sobre pros y contras de las distintas modalidades de tratamiento para una adecuada toma de decisiones.

Es básico identificar correctamente el efecto de la hipoacusia en el niño para determinar qué apoyos de distinta naturaleza (protésicos y tecnológicos, logopédicos y educativos, etc.) se requieren

La sospecha de hipoacusia y el retraso del lenguaje aparecen como los motivos de consulta más frecuentes.  Todo ello ha sido tomado en cuenta por los diputados dominicanos.