SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La revista científica Nature Communications reveló en su última edición de septiembre de 2018 la existencia de un diminuto robot capaz de recorrer internamente el cuerpo humano, movilizándose dentro de superficies sumergidas o revestidas de fluidos corporales como sangre o moco, y a través de los tejidos.

El estudio expone el reto que hasta ahora supone hacer mover un aparato por control remoto dentro del cuerpo humano, dada la textura cambiante de los tejidos que lo componen.

La suave textura del robot le ha otorgado una versatilidad tal que es capaz de variar en tamaño y formas para poder ser empleado en diferentes aplicaciones médicas.

Es decir, el microscópico aparato, que como las hormigas puede transportar una carga decena de veces mayor que su propio peso, podría ser utilizado para llevar a cabo inspecciones médicas y a la vez cargar medicamentos para ser administrados dentro del cuerpo.

En la revista científica (https://www.nature.com/articles/s41467-018-06491-9) se lee que el mecanismo electromagnético fue fabricado con un material similar a la silicona, que es controlado de forma remota y está compuesto de ‘patas’ al estilo de las orugas.

Estas ‘patas’ del robot le ayudan a la significativa disminución de la fricción, dado que las milimétricas extremidades reducen su área de contacto, de modo que el aparato puede moverse de manera más eficiente dentro de las superficies internas del cuerpo.

Wang Zuankai, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad City de Hong Kong, y uno de los creadores del aparato, ha señalado que este es capaz de esquivar obstáculos gracias al material con el que está hecho, el que le permite levantar un extremo de su cuerpo para formar un ángulo de hasta 90 grados, y así transportar las cargas hasta el destino programado.

Se trata de patas puntiagudas, de menos de un milímetro de largo, simulan a las de un cabello y su diseño sigue las estructuras de las piernas de cientos de animales terrestres que fueron analizados durante el estudio.

Este es un trabajo científico que recuerda el filme de ciencia ficción Viaje Fantástico que la Century Fox estrenó en 1966, donde un submarino nuclear, el Proteus, es miniaturizado junto a sus tripulantes. Tras un impactante recorrido, el submarino alcanza el ojo de la persona cuyas entrañas ha recorrido y salta nuevamente al mundo exterior a través de una lágrima.