SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Por primera vez en el país fue utilizada exitosamente en un adulto la oxigenación de membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés), en un joven de 27 años aquejado de neumonía severa, falla respiratoria y síndrome de distres respiratorio agudo.
Este joven no respondía a los tratamientos usuales para esta condición, incluyendo la ventilación artificial con 100% de oxígeno, informó CEDIMAT en una nota de prensa.
La terapia de ECMO veno–venoso consiste en retirar la sangre del paciente para ser oxigenada por un dispositivo fuera del cuerpo, que actúa como pulmón artificial logrando de esta manera mantener dicho órgano en reposo mientras mejora.
El tiempo de duración del ECMO en este caso fue de 6 días, alcanzándose la recuperación total de los pulmones del enfermo.
Por primera vez se usa en fallo respiratorio
CEDIMAT ofrece el ECMO desde hace un año para soporte cardiaco. Pese a que ha sido utilizado ya en múltiples casos pediátricos y adultos, esta es la primera ocasión en que se usa en el fallo respiratorio. La técnica requiere de un personal calificado y certificado en soporte vital extracorpóreo que incluye médicos, perfusionistas y enfermeras.
“De hecho, en CEDIMAT hemos abierto la primera escuela de perfusión de la región la cual está avalada por la Asociación Latinoamericana de Perfusión (ALAP)”, explica el doctor César Herrera, director del Centro Cardiovascular.
La licenciada Brígida Aguerreverre, coordinadora del programa, afirmó que esta iniciativa brinda a República Dominicana y a la región de tecnología especializada para aquellos pacientes en estado ultra crítico con enfermedad reversible, para que se beneficien de colocar al pulmón y/o corazón en reposo mientras estos órganos se recuperan.
Para ello, se requiere una especialización de personal que dicha escuela ya ofrece a estudiantes dominicanos y extranjeros.
Equipo de profesionales que marca un hito en la medicina dominicana
La atención del paciente protagonista de este hito en la medicina dominicana recayó en un equipo multidisciplinario que incluyó intensivistas, cirujanos cardiotorácicos, técnicos y enfermeras.
Destacan entre ellos los doctores José Miguel Stefan, Ricardo Perelló, José Rafael Iribarren, Eduardo Moore y Ramón Toribio, junto al equipo de residentes de medicina crítica y cardiología de CEDIMAT.