SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Procuraduría Especializada de Crímenes y Delitos contra la Salud (Pedecsa), informó que de los 15 casos registrados en el país en este año por la falsificación de medicamentos, 13 corresponden al segundo trimestre e inicio de crisis por la COVID-19.
Rafael Brito, titular de Pedecsa indicó que tanto la entidad que dirige como la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF) y otros organismos estatales, han coordinado operativos que han dado como resultado la intervención de dos centros clandestinos que falsificaban medicamentos. En abril, se allanó un laboratorio ilegal en Santiago donde se decomisaron miles de fármacos, maquinarias y utensilios médicos. Mientras que, en el Distrito Nacional se desarticuló un centro clandestino donde se producía Plaquinol, un medicamento utilizado en el tratamiento contra la COVID-19.
Brito señaló que el aumento en los casos registrados durante la pandemia es un indicador de que los criminales han aprovechado la crisis sanitaria para continuar con el comercio ilícito de medicamentos.
“Ante este escenario tan sensible para la salud, desde la Procuraduría no hemos bajado la guardia en el combate a esta práctica que atenta directamente en el bienestar de los dominicanos. Es por eso que, de la mano con otras instituciones, hemos aplicado las sentencias a los responsables del delito”, agregó.
Asimismo, el vicepresidente ejecutivo de ARAPF, Juan Miguel Madera, indicó que la colaboración público – privada ha sido clave en la lucha contra el comercio ilícito durante la COVID-19.
“Estamos en un momento de la historia, donde los medicamentos y preservar la salud es el tema principal. Por tal razón, es necesario continuar trabajando en conjunto para lograr reducir el impacto de la comercialización de medicamentos ilícitos”, sostuvo
La comercialización de fármacos en condiciones no adecuadas para su consumo no solo afecta la salud de los dominicanos, sino que atenta contra el crecimiento económico del país, el cual, sin dudas, se verá impactado por los estragos de la crisis ocasionada por la COVID-19, señalaron en un comunicado de prensa.
A inicios de marzo, la Interpol, en colaboración con las autoridades de 90 países -algunos de Latinoamérica-, realizaron la Operación Pangea XIII, donde se incautaron fármacos falsificados y equipos médicos de baja calidad con un valor aproximado de US$ 14 millones.